La Sareb ha decidido detener la comercialización de pisos que ahora mismo cuentan con inquilinos en dos edificios de Maó. Así lo comunicó formalmente la sociedad de gestión al alcalde Héctor Pons, después de que este lo solicitara mediante una carta a raíz de la información desvelada el lunes por «Es Diari», en la que se daba cuenta de la existencia de anuncios en portales inmobiliarios que ofrecían estas viviendas en las que personas residen con contratos del alquiler en vigor.
Durante toda la semana Héctor Pons ha mantenido contactos a distintos niveles para, según explica, velar por los intereses de los propietarios de los bloques ubicados en las calles Pintor Calbó y Maria Lluïsa Serra, que pasaron a manos de la Sareb después de un proceso de subasta y que eran los que estaban siendo comercializados con información sobre el vencimiento de los contratos y las rentas actuales. Fruto de ello, el miércoles se retiraron los anuncios publicitarios del portal Aliseda y el jueves desaparecieron los reclamos de la página web Idealista.
El miércoles el alcalde contactó directamente con la Sareb para reclamar que las ventas al público en general se detuvieran y que estas viviendas, cuyos inquilinos actuales habrían renunciado en principio a una oferta de compra, acaben pasando a la nueva empresa pública de vivienda anunciada por el Gobierno. La intención del alcalde era garantizar a sus moradores su derecho a la vivienda de forma estable. Las primeras respuestas en positivo llegaron de forma informal y ayer se materializaron en negro sobre blanco.
A tiempo
El propio Héctor Pons afirmaba sentirse satisfecho por cómo se ha resuelto esta controversia, que amenazaba con dejar algunas propiedades de Sareb en Maó en manos de intereses especulativos, puesto que algunas de las rentas que pagan ahora sus moradores son bastante bajas en relación con los precios del mercado inmobiliario.
«Preferiría que los inquilinos no hubieran tenido que pasar por la preocupación de estos días, pero hemos llegado a tiempo», comentó. Ninguna de las viviendas habitadas puesta a la venta ha cambiado de manos, a tenor de la información facilitada al Ayuntamiento de Maó desde la Sareb. Pons recuerda que en su momento, tras la subasta del edificio, ya medió el Consistorio por los intereses de los vecinos, «seguimos estando a su disposición».
¿Piensa hacer algo más Héctor Pons a parte de enviar una cartita a la Sareb? Está dando falsas esperanzas a los vecinos cuando en realidad no tiene intención de hacer nada. Si no, ya lo habría hecho. Menos palabras y más hechos.