La compra del Aeródromo de Sant Lluís, hasta ahora propiedad del Ministerio de Defensa, por parte del Consell, se formalizó ayer por tres millones de euros. El acuerdo avala su continuidad como instalación de uso público, a partir del que lógicamente se inicia una nueva etapa en relación a la instalación enclavada en la carretera que une Maó y Sant Lluís y que aloja al Real Aeroclub de Menorca.
A su vez este acuerdo, catalogado de «histórico» por parte del presidente del Consell, Adolfo Vilafranca, durante el acto que escenificó el cambio de propiedad, significa poner fin a un periodo de más de un decenio de incertidumbre que se ha cernido sobre la instalación, y por elevación del Aeroclub, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la aeronáutica y que desde que en 1969 fue alumbrada ha dado uso y se ha alojado en el recinto en situación en precario.
En ese marco, la inquietud para el Aeroclub empezó a aflorar en el primer semestre de 2013. En concreto, en el mes de mayo de aquel año, y según desveló en la época este diario, el Instituto de la Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa anunció entonces su intención de poner a la venta el aeródromo, de alrededor de 750.000 metros cuadrados de extensión, por una cantidad de diez millones de euros.
Pero no apareció comprador ni atisbo de operación alguna. «Difícilmente nadie pagará esa cifra», acertó a aventurar en aquellos días el general Luis Alejandre, a la sazón conseller de Movilidad y Proyectos del Consell. La inseguridad no cesó en el seno del Aeroclub, puesto que varios años después, en diciembre de 2022, Defensa decidió imponer un alquiler anual de 45.000 euros para el uso de la instalación, absolutamente inasumible para una entidad cuyo presupuesto apenas alcanzaba los 70.000 euros.
Negociación
Tal coyuntura motivó la entrada en escena del Consell como posible comprador de un emplazamiento alzado en 1936, lo que le otorgó un papel clave en el decurso de la Guerra Civil Española (1936-39), y que durante los lustros posteriores hizo las veces de único aeropuerto de la Isla.
Las negociaciones entre el Consell y el Ministerio de Defensa cristalizaron en diciembre de 2022, cuando se alcanzó un acuerdo de venta del que su primer pago y señal, que se elevó a 750.000 euros, devino en diciembre del pasado año 2024.
El paso definitivo se trazó ayer miércoles, con la rúbrica de la transacción ante el notario Enrique Garí por parte de Adolfo Vilafranca y Marcos Sebastián, director gerente del Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de Defensa (Invied). El coste se eleva hasta los 2.959.206,15 euros, que el Consell sufragará con una subvención que ha recibido a través de las actuaciones de cohesión en destino (ACD 2022), canalizada por medio de los fondos europeos Next Generation, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Una instalación con muchas posibilidades
Además de alojar las actividades aeronáuticas del Real Aeroclub de Menorca desde que este fue alumbrado en 1969, lo que incluye cada inicio de mes –hasta junio– una jornada de puertas abiertas, la posibilidad de hacer una ruta por las galerías subterráneas, originarias de la estructura del antiguo aeródromo alzado en 1936, el karting y el restaurante –estas al margen del Aeroclub– son otros de los servicios que actualmente se ofertan en la instalación que desde ayer es propiedad del Consell. Esta, asimismo, es plaza permanente de Ibanat y acredita servicio de emergencias, al ser un aeródromo operativo.
Convertirse quizá en base de emergencias y ampliar el pliego de actividades que de por sí ya desarrolla, se incluiría entre los planteamientos de futuro del Aeroclub para con el Aeródromo de Sant Lluís a partir de este cambio de propiedad y por consiguiente, su titularidad pública.
La operación, destacan desde el Aeroclub, es «ilusionante», sobre todo porque hasta el momento «al estar en precario, apenas podíamos hacer nada, ni sabíamos como terminaríamos», anota en ese sentido el directivo de la entidad, Àngel Salmerón, al que tranquiliza, al igual que a sus compañeros de junta, «saber que el Aeroclub seguirá adelante». «Aunque restan muchas cosas por definir, y todavía debemos reunirnos con el Consell, la parte aeronáutica seguirá siendo responsabilidad nuestra», abunda Salmerón, quien atestigua que no hay «temor» alguno al uso, alternativo, que pretenda o plantee el Consell para con la instalación. «Hay mucho terreno, y espacio para muchas cosas por lo tanto», subraya al respecto.
En ese orden, significar que ayer a la tarde, horas después de que quedara formalizada la venta del aeródromo de Defensa al Consell, la directiva del Real Aeroclub Menorca se reunió para hablar sobre sus posibilidades de futuro.
Concurso público
Por su parte, desde el Consell indican que su idea es otorgar una concesión a largo plazo, que se definirá por medio de concurso público. El Aeroclub mantendría su actividad, resta por definir si en exclusiva o compartida, lo que la Administración someterá a estudio antes de decidir.
TorquemadaQuien habla de “comerciales” ?. Se trata de “emergencias”, así puede usarse para servicios contraincendios, de fumigación, traslados sanitarios, helicópteros de las Fuerzas de Seguridad, avionetas privadas, etc. servicios que la mayoría ya se realizan (y gracias a ello, sirven para descongestionar el aeropuerto).