El clásico motor fueraborda propulsado por gasolina y que luce voluminoso en la popa de una embarcación puede terminar por convertirse, quizá más pronto que tarde, en elemento del pasado. Así se desprende de la gestación del novedoso sistema de propulsión eléctrica que ha llevado a cabo la startup menorquina ESEA Propulsion, y cuyo primer prototipo, el PD 100, se presentó este lunes en sociedad.
«Se trata de una alternativa al tradicional fueraborda», explica de inicio para este diario Carlos Puerta (1986), CEO de ESEA Propulsion, cuyo invento además ya ha captado el interés de usuarios y compradores potenciales.
La génesis de este proyecto que ya ha cristalizado en realidad, y patentado por el propio Puerta y por Carlos García, nos remite a 2021 en cuanto a su franja temporal y al deseo, como elemento motivacional, de impulsar una alternativa a un producto contaminante y caro para el consumidor como es el clásico fueraborda de dos o cuatro tiempos.
«Carlos (García) hizo ingeniería y tiene mucha experiencia en mecácina náutica; yo trabajé en gestión y desarrollo de plataformas en el grupo Volkswagen. Empezamos a hablar sobre lo beneficioso que sería hacer algo para descarbonizar la náutica, evitar esos motores tan contaminantes, también para proteger nuestro tesoro, el entorno y mar de la Isla», detalla Carlos Puerta acerca de lo que trascendió, con el paso de los meses, de conversación informal a objetivo real.
«Le dimos vueltas, advertimos que la electrificación te da pie a transformar esa arquitectura de la embarcación y que se podía hacer de modo eficiente, técnicamente robusto y con una línea atractiva».
El siguiente capítulo fue explorar si ese diseño mecánico interno se podía patentar. Obtuvieron el cheque de la oficina de patentes, lo que dio pie a un estudio preliminar de ámbito europeo, que captó una triple valoración.
El planteamiento fue adquiriendo forma, logrando la patente para Europa, Estados Unidos, China y Japón, y luego «nos centramos en hacer un prototipo», abunda Puerta, con el objeto de demostrar la validez y funcionamiento del sistema.
Después, a conseguir la subvención pública a través de Perte Naval (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica Naval), financiado con fondos de la UE, siguió el acuerdo con Tecnalia, clave para alumbrar el primer prototipo, el PD100, provisto de una potencia de 100 caballos –y la culminación a 18 meses de labor.
Las pruebas efectuadas en un laboratorio confirman la validez del sistema, que en breve se probará en el mar. Posteriormente devendrán otras dos medidas, de 50 y 200 caballos, lo que permitirá ofrecer a esloras de entre 4 y 12 metros un producto que garantiza un consumo más económico, una duración seis veces mayor y un nivel de contaminación muy inferior al del fueraborda tradicional.
LluiserSi, si no niego la problemática de los incendios de las baterías. Pero el caso que comentan que es cuando se incendia en medio del mar, el mismo problema lo tienes con uno de combustión, sera difícil apagadlo, y si empieza a arder la fibra... déjalo.