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Los contratos de custodia de los yacimientos privados de la Menorca Talayótica siguen pendientes de firma

Están entre los objetivos del proyecto de gestión de la Agencia Menorca Talayótica y Cultura prevé iniciar los acuerdos de conservación este año

Un visitante del yacimiento de Binissafullet se para en la carretera para admirar la ‘taula’.  | Foto: Gemma Andreu

| Menorca |

La figura del contrato de custodia del patrimonio arqueológico, para la gestión y mantenimiento de los yacimientos que están en terrenos privados –la gran mayoría de los que forman parte de la Menorca Talayótica–, aún no se ha puesto en marcha. Casi dos años después de que la inscripción en el listado de Patrimonio Mundial de la UNESCO se hiciera realidad, el 18 de septiembre de 2023, el Consell y la Asociación de Propietarios y Gestores Menorca Talayótica han mantenido conversaciones pero los acuerdos no se han firmado; tampoco se ha puesto en marcha el Foro de Titulares y Gestores que se anunció como un órgano de deliberación y participación para facilitar el diálogo entre estos y la Administración.

De momento todo sigue igual, en los yacimientos privados los propietarios asumen el mantenimiento y algunos hace años que ofrecen visitas y cobran una pequeña entrada, como es el caso de Talatí de Dalt, que pertenece a una finca con explotación ganadera, para costear el cuidado del patrimonio. La Menorca Talayótica cuenta con un total de 280 yacimientos y solo tres, de los 23 más relevantes, son de titularidad pública: Trepucó (1,8 hectáreas, en Maó); Son Catlar (8,6 hectáreas, en Ciutadella); y Torre d’en Galmés (6,6 hectáreas, en Alaior). A ellos se suma la Naveta des Tudons, que es de propiedad privada pero gestiona la Fundació Foment del Turisme, dependiente del Consell, a través de un convenio.

El conseller de Cultura, Educación, Juventud y Deportes, Joan Pons Torres, afirma que no hay planes de adquisición de monumentos y que la vía para su conservación son los contratos de custodia «que queremos poner en marcha este año, para ayudar a los propietarios a que el mantenimiento de los yacimientos no se convierta en un perjuicio para ellos». Esta es «la hoja de ruta que sigue el Consell para que puedan llevar a cabo una conservación o incluso más visitas» que las mínimas establecidas por ley «a través del contrato».

Sin poner un plazo, la Agencia Menorca Talayótica también señala los contratos custodia y los contratos programa como un objetivo para establecer las obligaciones y derechos de los titulares y gestores de yacimientos privados, dentro de su proyecto de gestión 2023-2028.

Visitas

La Ley de Patrimonio Histórico Español establece que, como mínimo, se deben permitir cuatro visitas al mes en los yacimientos arqueológicos que son Bien de Interés Cultural (BIC), siempre y cuando su integridad no corra peligro. Por ejemplo, entre los 23 yacimientos destacados de la Menorca Talayótica están la Cova de Biniedrís o Mitja Lluna (Illa d’en Colom) que no son visitables por problemas de accesibilidad y fragilidad.

El conseller Pons Torres destaca que, en la práctica, hay yacimientos en terrenos privados que se pueden visitar con mucha más frecuencia que la establecida por ley, como Talatí de Dalt o Torralba d’en Salord, este último es propiedad de la Fundació Illes Balears, que contrató a la empresa Pendent para su gestión.

«Los propietarios tienen mucho margen para poder hacer actividades culturales en los yacimientos que están en sus terrenos», señala el conseller.

En el caso de Talatí de Dalt, cuyo titular, Bernat Pons, es el responsable de la Asociación de Propietarios y Gestores de yacimientos arqueológicos, el yacimiento cuenta con un quiosco informativo, abre los siete meses de temporada media y alta, y en invierno, durante la Navidad, permite el acceso para disfrute de los menorquines, señala Pons. La entrada que se cobra en verano, 4 euros la tarifa general y 3 euros los jubilados, permite recaudar para conservar el yacimiento. «El mantenimiento actualmente corre a cargo, al 100 por cien, de la propiedad», eso incluye tanto tareas básicas de limpieza y desbroce, como la intervención de un arqueólogo en el recinto de taula que contrataron el año pasado.

El apunte

El Consell no contempla la adquisición de sitios arqueológicos

En 2018 el Consell completó la compra de la finca de Trepucó. Con ayuda del Govern también se financió la adquisición de Son Catlar, y en 2019, Torre d’En Galmés fue cedido por el Ministerio de Cultura. La institución no contempla más adquisiciones, sino que mantiene su apuesta por la vía de los contratos de custodia. El caso de SonCatlar, afirma Pons Torres, fue especial, al tratarse de «uno de los yacimientos más importantes, con una muralla ciclópea de casi un kilómetro».

2 comentarios

user Toni Huguet | Hace 7 meses

TalayotPrecisamente gracias a que la mayoría de yacimientos han permanecido en manos privadas su conservación ha sido admirable y ahora somos Patrimonio Mundial. Payeses y propietarios han sido los principales protectores de nuestro patrimonio. No sabe usted de lo que habla.

user Talayot | Hace 7 meses

Lo malo es leer que existen yacimientos privados! El patrimonio cultural no es privado en ningún sitio de la geografía española.El patrimonio es un bien común y cultural no acogido a propiedad privada.

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