El sector pesquero menorquín y balear considera que las restricciones de los días de pesca que la Comisión Europea ha establecido para el Mediterráneo Occidental no están justificadas y piden que se revisen. Los pescadores aseguran que en Balears no hay sobreexplotación de las especies, y remarcan que el estado de las pesquerías es bueno.
Estas fueron algunas de las conclusiones del debate «La pesca en Menorca», celebrado en el Cercle Artístic de Ciutadella la semana pasada. El encuentro reunió a representantes del sector pesquero y autoridades autonómicas, que pusieron sobre la mesa los desafíos actuales que enfrenta la pesca profesional en la Isla.
Los ponentes coincidieron en destacar que en Balears se han creado amplias zonas de protección marina, con 12 reservas que abarcan más de 67.000 hectáreas. Estas áreas permiten la regeneración natural de los recursos, demostrando que el Archipiélago ha hecho «los deberes» en materia de sostenibilidad.
A pesar de estos esfuerzos, el sector lamenta que las medidas de la UE no tienen en cuenta la realidad económica y social de los pescadores insulares. Por ello, piden una revisión urgente del reglamento aprobado en 2019, que consideran desproporcionado e ineficaz.
Reducción del sector pesquero
Durante el debate, el presidente de la Federación Balear de Cofradías de Pescadores (FBCP), Domingo Bonnin, aseguró que «lo único que puede hacer fracasar al sector pesquero es la falta de recurso, y este no es el caso de Balears».
Bonnin explicó que, en 1975, en la comunidad autónoma había unas 1.300 embarcaciones de pesca y unos 3.300 pescadores, cifras que se han reducido hasta las 266 embarcaciones y los 460 pescadores actuales. «Hablan de sobrepesca, pero es imposible que, con los pocos pescadores que somos, provoquemos el daño que se nos atribuye», señaló. Además, aseguró que el hecho insular comporta que los pescadores tengan una «mentalidad conservacionista», porque pescar para no poder colocar el producto en el mercado local no tiene sentido.
También destacó que «con menos días de pesca se están capturando más peces, lo que es un síntoma de que los recursos de Balears están muy bien conservados». El buen estado de los caladeros fue confirmado por Pito Quintana, armador de Maó: «A mí me dieron un cupo de 1.030 kilos de gamba y los cogimos en cinco días».
El aumento de capturas, a pesar del descenso en los días de pesca, fue corroborado también por el director general de Pesca del Govern balear, Antoni Maria Grau, quien explicó que «el año pasado, pescando un 45 por ciento menos de días, se desembarcó más pescado en Balears que en 2022 y 2021». Grau atribuyó este incremento al hecho de que los pescadores capturan más pescado por cada jornada en el mar, lo que, según él, evidencia la buena salud de las aguas baleares.
Además, Grau no dudó en afirmar que el reglamento aprobado en 2019 «no tiene ni pies ni cabeza», aunque aseguró que la nueva Comisión Europea tiene intención de modificarlo. «Los datos que maneja la UE provienen de las capturas declaradas por los pescadores y de las campañas científicas, pero luego un comité debe interpretarlos. Ahora estamos trabajando para que en la UE se aplique una interpretación más favorable a los pescadores», señaló.
También explicó que la evaluación de las pesquerías se basa en un total de seis especies, y que basta con que una de ellas presente malos resultados para que se condicione el conjunto. «Por muy bien que esté la gamba, si hay otra especie en mal estado —en este caso, la merluza—, eso afecta a todo lo demás», añadió.
«Medidas extremas»
Desde Ciutadella, el armador Josep Caules criticó las «decisiones exageradas que se toman en Bruselas», como la reducción a 27 días de pesca para los barcos de arrastre que no apliquen ninguna medida de sostenibilidad. «No hay ninguna empresa que sea viable trabajando solo 27 días al año, y nos dicen que si cumplimos podemos llegar a 120, pero a la vez nos piden un cupo de pesca de gamba», lamentó.
Por todo ello Caules subrayó la necesidad de «encontrar un equilibrio entre la sostenibilidad ambiental y la económica y social». «Hemos hecho los deberes y hemos demostrado que los pescadores no somos ni depredadores ni delincuentes, y queremos que estas medidas tan extremas de Europa se revisen», concluyó.
Burocracia y falta de relevo
El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Ciutadella, Xavier Marquès, criticó la creciente burocracia a la que deben hacer frente los pescadores, así como la lejanía de Bruselas. «Cuando nos reunimos con los políticos, siempre nos dicen que las cosas vienen de Europa y son difíciles de arreglar», lamentó. También se mostró preocupado por la falta de relevo generacional: «Hacen falta pescadores, porque la mayoría se están a punto de jubilar», advirtió.
El sector pesquero es otra etnia…. Les subencionan todo para que se adapten a las nuevas leyes vigentes y ellos mismos no las aceptan.