El Ayuntamiento de Alaior busca ofertas para contratar los trabajos de modificación puntual de su Plan General –el municipio todavía se rige urbanísticamente por el de 1994–, y adaptar al Plan Territorial Insular (PTI) las Áreas de Reconversión Territorial (ART) de Son Bou, Sant Jaume Mediterrani y Cales Coves-Lloc Nou. Entre las tres suman una superficie a ordenar de casi 205.000 metros cuadrados, según el PTI revisado en 2023.
La Concejalía de Urbanismo quiere desatascar la adaptación al plan territorial de estas áreas, que afecta a la calificación de los terrenos de distintos propietarios, entre ellos, la empresa Cesgarden S.L., porque el retraso acumulado para adecuar todo el planeamiento general de Alaior es considerable y la insuficiencia de personal técnico (hay vacantes dos plazas de Técnico de Administración Especial y una de arquitecto) hace prever que se prolongará todavía más.
Desde que en 2014 una sentencia judicial suspendió el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) aprobado en 2009 el Consistorio no ha podido aprobar uno nuevo.
El gobierno municipal de Alaior considera por tanto necesario contratar el servicio para redactar la modificación puntual del PGOU de este sector, «de manera separada e independiente» del resto del planeamiento, recoge la memoria justificativa de un contrato que suma un presupuesto total de 54.087 euros (IVA incluido) y que se divide en dos lotes. El lote 1 se refiere a la modificación del Plan 1994 para adaptar al PTI las áreas de Sant Jaume Mediterrani y Cales Coves-Lloc Nou, mientras que el lote 2 se dedica a la ART de Son Bou ya que presenta «una estructura o propuesta de ordenación muy particular y diferenciada del resto», tal y como se argumenta en el expediente de contratación.
El lote 1 (San Jaime y Cales Coves) se presupuesta en 29.282 euros y tiene un plazo de ejecución de un mes, mientras que el lote 2 (Son Bou) sale a licitación por 24.805 euros y el plazo para concluir el trabajo se alarga a tres meses. La redacción de esta modificación puntual debe actualizar la clasificación y calificación del suelo en las ART citadas conforme a las determinaciones del Plan Territorial revisado en 2023; establecer los usos permitidos, parámetros urbanísticos y condiciones de edificación en coherencia con los límites de capacidad y sostenibilidad definidos por el PTI; garantizar la protección del patrimonio cultural y natural, especialmente en Cales Coves, ajustándose dicha redacción puntual a las figuras de protección vigentes; proponer una solución para la reconversión de las áreas turísticas de Son Bou y San Jaime, promoviendo la sostenibilidad y la reducción de la presión urbanística; y por último, integrar criterios de accesibilidad, eficiencia energética y adaptación al cambio climático en las nuevas determinaciones.
Esta modificación no deriva, afirmó ayer el concejal de Urbanismo, Llorenç Mascaró, del litigio abierto con Cesgarden ni es por mandato judicial.
Nos montamos un laberinto legal y luego no sabemos cómo salir. Aquí cuando se habla del PTI es como Moisés y las tablas con los mandamientos. Cuando algo no funciona, se cambia.