El Ayuntamiento de Sant Lluís asumirá la gestión del suministro y distribución de agua de la urbanización de Binissafúller, lo que será efectivo a los tres meses de que se haya formalizado la cesión de diversas infraestructuras y pozos en favor del Consistorio. Esta operación obtuvo el respaldo del pleno municipal celebrado el jueves.
Durante este periodo de tiempo, Binissafúller SA seguirá prestando el servicio de suministro de agua en esta zona, y una vez el traspaso sea efectivo, pasará a ser responsabilidad del Consistorio, que proveerá a través de Aguas de Sant Lluís, tal y como se acordó en su momento por medio de un convenio suscrito en 1983.
El equipo de gobierno que lidera Loles Tronch, ante las críticas de la oposición por asumir ahora este frente que hace responsable al Ayuntamiento en caso de que no haya agua, recordó que deviene tras una difícil negociación con Binissafúller SA, que se prolongó más de un año. Hasta ahora el suministro de agua se efectuaba con dos pozos no aptos para consumo y que existen alternativas, como proveer «a través de un camión cisterna», para que los residentes de la zona no se queden desprovistos, coincidieron Tronch y el concejal Pedro Tudurí.
Sin contraprestación
Por su parte, desde el bando opositor, la socialista Silvia Pérez definió de correcta la «cesión», pero no que las infraestructuras se acepten en tan mal estado y sin contraprestación ninguna. «El suministro de agua está en muy malas condiciones, y ahora sí nos podrán denunciar los vecinos por falta de agua».
Por su parte, Joan Pons, de Volem Sant Lluís, mostró «sus dudas» de que este sea el «momento adecuado», y que quizá se debería esperar a que las obras empezaran, puesto que el proceso puede ser largo, la «obra podría quedar desierta» y los vecinos quedarse sin agua «durante meses».
Pronto habrán restricciones en el suministro de agua para toda Menorca y los políticos deberían saberlo.