Nuevo revés para la empresa Marina Mauri Boats, que pretendía abrir este verano un negocio de alquiler de motos acuáticas en la playa de Sant Tomàs. A la advertencia pública del GOB y la negativa del Ayuntamiento de Es Migjorn Gran le sigue ahora el 'no' del Govern.
Técnicos de la Dirección general de Costas y Litoral han emitido informes negativos sobre la propuesta que planteaba que las motos de agua estuvieran fondeadas en una plataforma flotante situada a unos 200 metros de la costa, donde los clientes iban a acceder con una embarcación neumática auxiliar que los trasladaría desde el 'llenegall' que hay en la playa. Junto a esta se solicitaba la instalación de una caseta de madera o carpa desmontable para desarrollar la comercialización.
La negativa municipal al proyecto, que no es vinculante, se explica por el mal estado en que se encuentra la rampa, con grietas en el hormigón y un fuerte desgaste. Desde el Govern no han ofrecido detalles sobre el rechazo de la propuesta al estar aún en trámite de audiencia.
Desde el GOB alertaron de los problemas ambientales que podría suponer la actividad planeada, al considerar que afectaría a zonas protegidas y representaría un peligro para los bañistas. Este diario se ha puesto en contacto con la empresa, sin obtener respuesta.
Por fin una noticia positiva. Este tipo de cacharros peligrosos, molestos y ruidosos deberían estar vetados por principio en todo el litoral de Menorca, si es que nos creemos ese título rimbombante de Reserva de la Biosfera. Ya lo escribí el otro día. Si quieren motos de esas para hacer el indio, que se larguen a veranear a Calviá, Castelldefels o Benidorm.