En un esfuerzo por mantener la limpieza y el orden en la vía pública, la Policía Local de Maó ha intensificado la retirada de bicicletas abandonadas, logrando recoger en los últimos días una treintena de estos vehículos en estado de abandono.
Anualmente, se estima que alrededor de un centenar de bicicletas son retiradas de las calles, un proceso que se activa cuando los agentes de proximidad detectan bicicletas que presentan daños significativos, como la falta de ruedas, frenos o asientos. Además, se aceptan denuncias vecinales que alerten sobre estas situaciones.
El protocolo establece que, tras la inspección, se coloca un adhesivo amarillo que indica que el vehículo está en trámites de retirada. Si la bicicleta permanece en el mismo lugar durante un mes, se procede a su traslado al depósito municipal. Si nadie reclama su titularidad en un plazo de dos meses, se declara como residuo sólido urbano y se gestiona su destrucción.
La iniciativa busca no solo mejorar la estética urbana, sino también concienciar a los ciudadanos sobre la responsabilidad que tienen en el mantenimiento de sus vehículos y el cuidado de los espacios públicos. Las bicicletas abandonadas a menudo ocupan valiosas plazas de aparcamiento o están mal estacionadas, lo que afecta la movilidad en la ciudad.
La Policía Local recuerda a la ciudadanía que, en caso de querer deshacerse de una bicicleta, pueden contactar con ellos para facilitar su correcta gestión y destrucción.
Bon dia. Ja era hora!