El Consell Insular ha completado las obras de rehabilitación de cuatro puntos críticos del tramo 5 del Camí de Cavalls, comprendido entre las fitas 35 y 43, en la zona del Macar Gran de Binidonaire, al norte de la isla. La intervención, con una inversión de 41.970 euros, tenía como principal objetivo reforzar la seguridad del itinerario y frenar los efectos de la erosión.
Tal como aseguraba el conseller de Medio Ambientem Simón Gornés, «el proyecto comenzó a plantearse en 2021, pero su ejecución se ha ido posponiendo debido a los cambios en la distribución de competencias entre administraciones y departamentos. Finalmente, las obras han podido iniciarse este mismo año: «Tras cuatro años de tramitación, por fin se presenta esta actuación, que responde a una necesidad evidente e identificada».
Mejorar la seguridad
Los trabajos han consistido en la instalación de barandillas de madera con cuerda doble, drenajes para canalizar el agua de lluvia, escalones de madera en zonas con pendiente y tubos transversales para facilitar el paso de aguas pluviales. Según ha explicado el conseller, la actuación ha tenido como finalidad «garantizar la seguridad del paso, estabilizar los tramos más deteriorados y adaptar el trazado a las condiciones naturales del terreno».
El técnico del departamento de Medio Ambiente, Álex Cortada, ha subrayado que se han aplicado soluciones específicas en cada tramo, priorizando la estabilidad del firme y el control del agua: «En algunos puntos se ha desplazado ligeramente el camino para evitar escorrentías, y se han instalado escalones para reducir la pendiente y minimizar la fuerza del agua».
Además, tras las lluvias de mayo, la brigada de mantenimiento del Camí de Cavalls llevó a cabo actuaciones complementarias como instalar nuevos drenajes para consolidar los tramos más vulnerables.
Asimismo, uno de los cambios más destacados ha sido la sustitución de las tradicionales barandillas de ullastre por balaustradas con poste y cuerda doble. «Aunque se integran muy bien en el paisaje menorquín, las barandillas de ullastre no están homologadas y pueden generar una falsa sensación de seguridad», apuntó Cortada.
Con todo, la actuación en la zona del Macar Gran se enmarca dentro de un plan más amplio que contempla futuras intervenciones en otros puntos sensibles del Camí de Cavalls.
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