La primavera siempre ha sido una época crítica para quienes padecen alergia. Este año, las abundantes precipitaciones han contribuido a que el polen se mantenga más tiempo en suspensión, según apunta la Sociedad Española de Alergología. El resultado ha sido un repunte generalizado de las consultas por síntomas alérgicos, además de la sensación de que esta patología la han sufrido hasta aquellos que no la habían experimentado antes.
Si se toman los datos como guía, en Menorca, como en el resto de Balears, más del 25 por ciento de la población sufre alguna alergia, de hecho la sufren casi una persona de cada tres. Además, se prevé que esta cifra alcance el 50 por ciento en la próxima década.
Así lo afirma Sendy Chugo, coordinadora del nuevo servicio público de alergología en las Islas. Este apenas tiene medio año de recorrido en el Hospital Son Espases de Mallorca. En Menorca, las consultas comenzaron a mediados de marzo y se realizan cada quince días, con la visita de un especialista al Hospital Mateu Orfila.
Se trata de una reclamación histórica, ya que hasta ahora las alergias eran atendidas por otros especialistas como neumólogos, otorrinolaringólogos u oftalmólogos. Ahora, un equipo formado por cuatro profesionales residentes en Mallorca empieza a dar respuesta a esta demanda específica.
Seis meses de servicio
Con pocos meses de funcionamiento, el efecto ya se nota: cada 15 días, unos 14 pacientes son atendidos en el hospital, y la previsión es que esta cifra siga creciendo. Las razones, explica Chugo, son múltiples: cada vez se diagnostican más alergias que antes pasaban desapercibidas, nacen más niños con predisposición hereditaria, y el cambio climático juega un papel determinante. «Las primaveras y los otoños son cada vez más largos, y eso aumenta el tiempo de exposición a los alérgenos más frecuentes», afirma la coordinadora.
Desde la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica lo confirman: «Los cambios en el clima y los fenómenos meteorológicos extremos están generando un entorno más hostil para los pacientes alérgicos». Y este año, aseguran, los efectos han sido especialmente intensos. «Los pacientes crónicos lo han pasado muy mal esta primavera», añade Chugo, quien destaca también el valor del abordaje integral que ofrece la especialidad: «Tratamos la enfermedad con una perspectiva global del estado del paciente y los acompañamos en todo su recorrido clínico»
Asimismo, los síntomas más frecuentes, rinitis, estornudos, picor de ojos, congestión nasal e incluso asma, no solo han llevado a muchas personas a las consultas médicas, sino también a las farmacias. En Menorca, diversos establecimientos confirman un aumento notable en la demanda de colirios, antihistamínicos y sprays nasales, especialmente durante los meses de abril y mayo, coincidiendo con la floración.
Según explican los farmacéuticos, hay un equilibrio entre quienes acuden con receta, normalmente pacientes crónicos que tienen el diagnóstico hecho, y quienes lo hacen sin haber pasado por el médico. Estos últimos suelen presentar síntomas ocasionales o recientes y optan por productos de venta libre para aliviar el malestar, es decir, sin haber consultado previamente a un profesional.
Chugo recuerda que las alergias pueden desarrollarse en cualquier momento de la vida, en función del sistema inmunológico de cada persona y el grado de exposición a los alérgenos ¿Es esa mayor exposición, sumada a la falta de diagnóstico, lo que ha generado la sensación generalizada de que este año hay más alérgicos?
Todo apunta a que sí. Si se cumplen las previsiones, el número de afectados seguirá creciendo, tanto por la mejora en la detección como por el impacto del cambio climático.
Porqué no usan una buena mascarilla envez de llorar tanto? Jejejejejejeje