El colectivo de trabajadoras familiares del área de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Ciutadella logró ayer el compromiso por parte del equipo de gobierno, de hacer efectiva la mejora salarial pactada meses atrás. El aumento no se hizo efectivo con la nómina de junio, por lo que ayer organizaron una pitada frente a las casas consistoriales.
Ya hace tiempo que las trabajadoras familiares vienen reivindicando una mejor retribución por el desarrollo de una actividad que ha cambiado mucho los últimos años. Además del déficit de personal —hoy son 23 y serían necesarios una treintena según los representantes de los trabajadores—, a parte de los cuidados a personas mayores como era habitual, se han sumado también atenciones a pacientes psiquiátricos e, incluso, con dependencias.
El personal municipal tenía el compromiso de recibir en junio el incremento pactado con los sindicatos, sin embargo, como exponían ayer sus representantes, «hubo errores de tramitación, tiene que haber informes jurídicos y técnicos e ir a pleno para aprobarse», señalaba Sam Arguimbau. «Se negoció en marzo, pero son reivindicaciones de hace años, desde 2017 está pendiente la Relación de Puestos de Trabajo que dificulta subir los sueldos».
Tras la pitada, el colectivo se reunió con el alcalde, Llorenç Ferrer, las ediles Sandra Moll y Núria Pons, y técnicos del Consistorio, y acordaron sentarse en julio en una mesa de negociación para acordar las condiciones y ver aplicada la subida salarial.
Enhorabona a ses treballadores si conseguiu que l'ajuntament pagui el que vos deu, tot això són restes de quan hi havia la Srª Joana Gomila per allà dalt, igual que les 16 sentències que ha perdut l'ajuntament a favor dels treballadors, ara això sí, de ella ningú en xerra, ben colocadeta que està.