Varios vecinos de la parte alta de la urbanización de Binissafúller Roters, concretamente en las calles S’Estepa y Botànic, llevan sin agua más de un mes. La causa es que de los dos pozos que abastecen la zona, uno fue clausurado hace años por Sanidad, debido a la mala calidad del agua, que no es apta para el consumo humano, y con uno solo en funcionamiento, no hay caudal suficiente para abastecer a todas las viviendas.
De hecho el Ayuntamiento de Sant Lluís informó ayer de que la empresa responsable de prestar el servicio, Binisafua S.A., tenía previsto conectar ayer de nuevo el segundo pozo para que los vecinos afectados puedan tener agua –pese a que no se puede beber ni usar para cocinar–, al menos para la limpieza de las casas, la recarga de cisternas, el riego y la higiene.
La ola de calor de junio y la llegada de veraneantes antes que otros años, unido a la escasez de agua en el depósito, ha provocado este corte de agua que tiene indignados a los vecinos afectados. «Estamos pagando un IBI urbano para no tener servicios ni agua, desde el equipo de gobierno dicen que asumirán la gestión del agua y que no dejarán a ningún vecino tirado, pero nosotros lo estamos», se quejaba ayer un residente afectado, que tiene que comprar cubas de agua cada pocos días para poder abastecerse.
Veraneantes
Propietarios de segundas residencias, que el verano pasado ya sufrieron cortes y tuvieron que comprar agua y abastecerse con camiones cisterna, agotan la paciencia. Este año algunos han regresado a sus lugares de origen por los problemas con el abastecimiento. «Este año no sale ni un hilo de agua, en mayo ya empezaron los problemas, vinimos una semana pero nos hemos ido», explica una propietaria desde Barcelona, «tenemos niños y gente mayor».
Prepárense si pueden, pronto en Menorca será algo normal estar más de un mes sin agua.