El alumbrado de un chalé situado en Pregonda, una de las calas más bellas y emblemáticas de Menorca, es tan potente que la noche ha dejado de ser oscura en este punto de la costa, los focos instalados en la vivienda arrojan luz sobre el agua, el arenal y el arrecife, provocando una contaminación lumínica que ha generado quejas ciudadanas.
Senderistas que disfrutan de excursiones durante el crepúsculo y la noche; aficionados al mar que navegan por la zona; e incluso excursionistas que están en Cala Rotja y Cavalleria pueden contemplar este resplandor inusual, sobre todo porque Menorca es un destino Starlight, respetuoso con el cielo nocturno, y se promociona como tal.
Siete años después de que el Consell aprobara el Reglamento de Protección del Cielo Nocturno, un plan para reducir la huella lumínica que obtuvo el reconocimiento internacional, todavía no existe una zonificación que, según el Ayuntamiento de Es Mercadal, le permita actuar.
El alcalde, Joan Palliser, explicó ayer que él personalmente ha contactado en dos ocasiones con los propietarios de dicho chalé para advertirles de las quejas recibidas en el Ayuntamiento, «no se trata de denuncias escritas», puntualiza, y para que subsanen la situación.
Al parecer sus peticiones han caído en saco roto. El alcalde señala que «falta definir las zonas» y que el gobierno municipal no sabe «hasta qué punto podemos aplicar» el Reglamento, que afecta tanto a las instalaciones de alumbrado exterior como a las de interior con afectación en el exterior. Dicho Reglamento también incluye un régimen de inspección y control así como sanciones y multas coercitivas.
«La Administración tiene que actuar de oficio, ya lo hemos denunciado y animamos a que la gente lo haga, ya no es solo por la protección del cielo oscuro, sino porque esta iluminación nocturna tiene afectación sobre aves y peces, por ejemplo sobre el fitoplancton, que es uno de sus nutrientes», afirma el exconseller Javier Ares, quien promovió que Menorca obtuviera el título Reserva Starlight.
«Como pasa siempre, hay pocos medios para vigilar sobre el terreno y levantar actas», opina. Desde el Consell responden que se trabaja para hacer una propuesta de zonificación a los ayuntamientos, para unificar criterios a la hora de aplicar el Reglamento de protección del cielo nocturno, ya que la responsabilidad de zonificar es municipal. Pregonda es una zona ya protegida, como Área Natural de Especial Interés y formar parte de la Reserva Marina del Norte, pero eso no ha evitado que la iluminen.
«Era un sitio encantador para pasar una noche con la barca, contemplando las estrellas», explica Anne, una ciudadana que ha transmitido su queja a «Es Diari» y también al GOB. «Ahora ya es imposible, desde hace unos años una propiedad privada alumbra cada noche els esculls de Pregonda». Critica la «falta de sensibilidad» del propietario, que trastoca el ciclo natural de los animales de la zona.
Las playas son territorio municipal, es decir, el ay-untamiento ordena manda y siempre puede llevar a más una ley ya existente si es en beneficio de todes.