El Consell ya ha ingresado sus primeros 65.000 euros por la venta de las plazas turísticas dadas de baja. El balance del estado de las bolsas temporales creadas para devolver al mercado las camas amortizadas, actualizado a fecha 31 de julio, revela que después de un mes y medio desde su creación se han asignado un total de 32, de las que 26 ya han sido adquiridas y pagadas por los solicitantes. Son los primeros que pueden obtener permisos de comercialización de estancias turísticas desde que en febrero de 2022 se decretó la moratoria en la concesión de nuevas licencias.
Los datos publicados por el departamento de Ordenación Territorial y Turística sitúan en 43 el número de plazas que forman parte de la bolsa turística, aunque no todas se han podido asignar todavía porque once de las solicitudes a las que por orden de entrada les corresponderían, no cumplen con los requisitos marcados y tienen ahora un plazo para recurrir la respuesta negativa de la administración. La consellera Núria Torrent explica que hay más plazas que están pendientes del procedimiento marcado para poderse incorporar a la bolsa.
Es esa una cifra que no se puede hacer pública para no generar expectativas entre los más de 200 dueños de casas y establecimientos hoteleros que han presentado solicitud para poder adquirir las plazas turísticas que han quedado vacantes. Hay que tener en cuenta que el procedimiento es lento. La gran mayoría de plazas dadas de baja son resultado de la actuación de oficio del Consell, que tiene la potestad de sacarlas del mercado cuando detecta una inactividad de tres años. Después del proceso de notificación, los propietarios tienen un mes de plazo para recurrir la decisión del Consell. «En muchos casos ni siquiera sabían que tenían licencia turística y aunque quieras mantenerla, no pueden si llevan tres años sin hacer uso de ella», explica Torrent.
Solo en viviendas
Aunque se han creados dos bolsas de plazas diferenciadas, una para establecimientos de alojamiento de todas las tipologías y otra para alquileres turísticos, hasta el momento no se ha incorporado ninguna plaza dada de baja en los hoteles. Todas se concentran en el sector de la comercialización turística de viviendas. Además, solo se pueden devolver al mercado las plazas turísticas dadas de baja desde el pasado mes de abril, cuando se aprobó el decreto ley del Govern que levanta de facto la moratoria de nuevas licencias sin permitir el crecimiento. Antes de su entrada en vigor, el Consell había dado de baja de oficio 280 plazas que no pueden ser objeto de comercialización por parte de la administración insular.
La Ley Turística establece que los importes recaudados de la venta de plazas turísticas se tienen que revertirse en el propio sector turístico, por ejemplo en la mejora de sus zonas de influencia. Desde el Consell han solicitado al Govern si los fondos que se vayan recaudando se puedan destinar a políticas de vivienda. La respuesta del Govern es positiva, asegura que el articulado legal da margen para hacerlo. La consellera de Ordenación Territorial y Turística, Núria Torrent, subraya que «creemos que es una manera de que el sector turístico ayude con el problema de los residentes con el acceso a la vivienda como compensación.
Que lo guarden para pagar la desaladora nueva que para llegar al millón de euros que vale tenemos para rato.