La Conselleria balear del Mar y del Ciclo del Agua ha cambiado el procedimiento de reparto de los 7,1 millones de euros de fondos de la ecotasa destinados a proyectos municipales de mejora de las infraestructuras hídricas. El cambio de criterio deja en el aire la financiación de buena parte de las actuaciones que el propio Govern anunció el pasado mes de febrero y ha provocado el enfado de los ayuntamientos afectados. Ya tenían el compromiso del Ejecutivo balear e incluso habían consignado partidas en los presupuestos municipales para ejecutarlas con el dinero del Impuesto de Turismo Sostenible.
La presidenta del Govern, Marga Prohens, y el conseller Juan Manuel Lafuente se habían comprometido a financiar los proyectos presentados por seis municipios de la Isla, pero ahora los servicios de Intervención de la Comunidad Autónoma ha obligado a vehicular esos fondos mediante una convocatoria de subvenciones que distribuye el dinero entre todos los municipios en función de criterios como su población, extensión o consumo de agua, haciendo saltar por los aires los compromisos adquiridos.
Hay casos especialmente llamativos como el de Es Mercadal, que iba a recibir una subvención de la ecotasa de algo más de 1,8 millones para financiar las obras de saneamiento de la fase II de Punta Grossa y que ahora, con los nuevos criterios establecidos en la convocatoria, ve como solo le corresponden 790.000 euros. El contratiempo llega cuando las actuaciones de la fase primera están en marcha.
El caso del Ayuntamiento de Maó también es digno de mención. Había aprobado en sus cuentas 2,24 millones de euros de la ecotasa para cuatro proyectos de mejora de las infraestructuras hídricas: las obras de las calles Deià y Sant Manuel, la reforma integral de la calle Roig y de un tramo de las calles Comerç, Sant Andreu y Santa Cecília, la segunda fase de la conexión de captaciones al depósito de Turó y la adquisición de contadores inteligentes de agua para grandes consumidores. Ahora le tocan 1,3 millones y además las bases de la convocatoria limitan a un máximo de dos el número de proyectos por municipio.
También en Ferreries se han alterado notablemente las previsiones. Presentaron el proyecto para renovar la red de agua potable de la urbanización de Cala Galdana. Es una obra de calado que tiene un coste de 1,1 millones de euros. Tomando en cuenta las características del municipio le corresponden ahora 413.000 euros. Además de la incertidumbre sobre la financiación, desde el Consistorio explican que el retraso en el procedimiento de reparto –que se rige por una convocatoria que habrá que resolver– puede poner en peligro sus planes de iniciar las obras este invierno para no interferir en la temporada turística.
También Sant Lluís se ha visto afectado. Desde el Ayuntamiento declinan pronunciarse públicamente pero no hay duda de que los 878.000 euros que les van a tocar en el reparto de fondos no son suficientes para financiar las dos actuaciones que había presentado, la instalación del alcantarillado en el Pou Nou y la mejora de la red de Torret.
También hay municipios que están en la situación contraria. No habían presentado proyectos para esta línea de actuaciones municipales y ahora ven como pueden optar a los mismos vía convocatoria abierta. Es el caso de Ciutadella, al que por los criterios de distribución le corresponden 1,9 millones de euros. En la ciudad de Ponent ya contaban con las actuaciones directas que ejecutará el Govern, como la conexión de la desoladora al depósito de Es Caragolí.
Desde la Conselleria declinan por el momento hacer valoraciones al respecto más allá de comprometerse a reunirse con los alcaldes de la Isla para abordar unos cambios que han generado mucha incertidumbre entre los representantes municipales, que tendrán que volver a presentar toda la documentación sobre los proyectos en un plazo de 30 días en pleno agosto.
Y los qué es están al mando para Menorca no defienden nada. El dinero recaudado en Menorca porque tiene que ir a Mallorca,es hora de defender lo nuestro.