El Govern y el sector pesquero del archipiélago balear han remitido una carta al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, para que traslade a la Comisión Europea su rechazo a las cuotas para la pesca de la gamba roja y la reivindicación de una gestión específica para los caladeros baleares, que están en mejor estado que los de otras zonas del Mediterráneo.
La misiva la firmó el director general de Pesca, Antoni M. Grau, junto con representantes de la Federación Balear de Cofradías de Pescadores y la Organización de Productores Pesqueros OPMallorcaMar. El escrito va dirigido al director general de Pesca Sostenible del Ministerio, Ramón de la Figuera, y en ella piden que traslade a la Comisión Europea su malestar.
Desde Balears rechazan los límites de kilos de capturas fijados para la gamba roja para 2026, al considerarlo innecesario y perjudicial para el sector. Y es que, defienden, esta cuota «es innecesaria y contradictoria con otras medidas de gestión que ya se aplican, como la talla mínima y la regulación de los días de pesca», según apuntó Grau.
Además, esto «obliga a los pescadores a pescar más cerca de la costa y capturar mucho más pescado del que pueden comercializar».
El sector balear reclama un trato específico para la zona GSA5, pues aquí ya se explotan los recursos de forma sostenible y las proyecciones indican una mejora significativa del estado de las pesquerías.
Asimismo, los pescadores inciden en que otras especies también muestran un «estado de pesca sostenible», como la gamba blanca, la cigala, el salmonete de roca, el pulpo común o la raya, lo cual refuerza la labor realizada en las Islas para preservar las especies mediante una pesca sostenible.
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