El Ayuntamiento de Ciutadella asume como necesario llevar a cabo una serie de mejoras en una de las dos salas del nuevo cementerio de la localidad, que se destinan a actos de despedida.
La intervención se centrará, según desvela la teniente de alcaldía y concejal de Cementerios del Consistorio de Ponent, María Jesús Bagur, en la estancia de mayores dimensiones, y devendrá tras una serie de quejas por la ausencia en la misma de suficientes prestaciones.
Tales quejas se centran en que la sala carece de equipo de sonido, y que tampoco es posible proyectar imágenes o fotografías.
La mala sonoridad del espacio y que no tenga aire acondicionado son otras reclamaciones, quejándose incluso familiares de algún difunto que el Ayuntamiento, con esta serie de incomodidades, parece instar a hacer el funeral por la iglesia en lugar de por lo civil.
Ante la coyuntura, el Ayuntamiento de Ciutadella se compromete a tratar de solventar desde ya los problemas que atañen a la sonoridad, «mirando si, presupuestariamente, podemos incluir esa mejora para 2025», desvela Bagur. No en vano, mañana –por hoy–, dice la propia concejal, se habría concertado un encuentro con una empresa «para mirar presupuestos».
En lo concerniente al aire acondicionado y otras intervenciones, Bagur matiza que se trata de una «sala muy grande, de unos 600 metros cuadrados, que apenas se utiliza; debemos ver cuanto nos costaría». En todo caso, la edil emplaza esas otras mejoras, si finalmente se acometen, para más allá de 2025.
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