La vendimia en los viñedos menorquines ha comenzado y este año los viticultores, pese a que se estima un ligero descenso de producción por hectárea, recolectan una uva sana, en su punto óptimo de maduración, que apenas se ha visto afectada por enfermedades fúngicas gracias a las lluvias primaverales y que promete transformarse en vinos de calidad en las bodegas de la Isla. Un sector que crece porque existe demanda, afirma el presidente de la Associació de Productors de Vi de Menorca, Joan Fullana, en cuyos viñedos de Son Cremat, en Maó, la recogida de las uvas ha finalizado, mientras en otras fincas los trabajos continuarán hasta mediados de septiembre, según las variedades cultivadas y la graduación que se quiere obtener.
En la actualidad la asociación cuenta con trece productores y existen más de 200 hectáreas de cultivo de vid en Menorca –son las cepas ya inscritas en el registro vitivinícola ya que otras están en proceso–, de las cuales alrededor de 150 hectáreas se dedican a las uvas con las que se producirá vino de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Vi de la Terra de Menorca, con las variedades blancas, Chardonnay, Malvasía, Macabeo, Moscatel, Parellada y Moll; y las tintas, Caubernet Sauvignon, Merlot, Monastrell, Syrah y Tempranillo. La última incorporación a la IGP ha sido la variedad garnacha blanca y tinta.
En 2025 la cosecha destaca porque «la sanidad tanto vegetal como de la fruta es muy buena, de una calidad excelente», asegura Fullana, algo que también destacan otros viticultores, todavía en plena vendimia, como los de Binitord, en Ciutadella, y Binifadet, en Sant Lluís.
En Binitord cultivan cerca de diez hectáreas de viñedos, toda la producción es para elaborar sus vinos: blanco, rosado, tinto joven, tinto envejecido en barrica y el único vermut de Menorca. «Este año esperamos recoger menos cantidad de uva pero muy sana», explica Clara Salord, responsable de la gestión y la dirección técnica de la bodega, que el año pasado aumentó su producción de 23.000 a 29.000 litros de vino.
Las vides no han tenido que luchar este año contra el oídio, hongo que ataca la planta y causa daños significativos, la primavera lluviosa ha tenido un efecto positivo, señala Luis Anglés, gerente de Binifadet, «este año la lucha ha sido más contra el mildiu», otra enfermedad fúngica, «la hemos frenado protegiendo la uva con la hoja y tenemos una vendimia muy sana», apunta. Binifadet recogió el año pasado 70.000 kilogramos de uvas para sus 14 etiquetas diferentes de vinos. «Este año esperamos recoger una cantidad similar pero de mayor calidad», afirma.
Comprar un vi de menorca es una ruina. Cars no,mes