¿Y si el gran aliado del eterno objetivo de la desestacionalización de la actividad turística termina siendo el calentamiento global? Nadie tiene una bola de cristal que permita conocer qué va a pasar dentro de diez o quince años, pero ya se comienzan a dar indicios de que el principal mercado emisor de turistas internacionales a la Isla, el británico, se lo está pensando dos veces antes de viajar a la Isla en pleno verano, cuando cada vez son más recurrentes y virulentas las olas de calor, una combinación de elevadas temperaturas y altos porcentajes de humedad que hacen habituales sensaciones térmicas por encima de los 40 grados centígrados.
Desde la Fundació Foment del Turime de Menorca ya interpretan el calor como un factor clave a la hora de analizar la evolución de las llegadas desde Reino Unido. «Estamos viendo que cuando hace mucho calor la gente tiende a irse a los extremos de la temporada», revela la directora del brazo promocional del Consell, Begoña Mercadal. Las cifras de tráfico de pasajeros de este verano están dando razones para esa argumentación.
Más allá de los meses de invierno, en que la recuperación de la ruta con Londres ha disparado el tráfico, los datos de AENA muestran incrementos en la llegada de británicos en los meses de abril y mayo, y descensos en junio, julio y «probablemente agosto», explica Mercadal a la espera de que en unos días se conozcan los resultados del mes que acaba de terminar. En abril la llegada de británicos aumentó un 17,2 por ciento, en mayo, un 3,2 por ciento, en junio cambió la tendencia y descendido casi un cinco por ciento y en julio lo hizo un cuatro por ciento.
Planes de vacaciones
La idea es que de forma incipiente, el gran mercado internacional está empezando a distribuirse en más meses de la temporada. Se trata de un fenómeno del que vienen haciéndose eco en medios de Reino Unido. «Cómo la amenaza del calor extremo está empezando a cambiar nuestros planes de vacaciones» se titula un artículo publicado este verano por el periodista de la BBC Simon King. En él las agencias de viajes del país explican que cada vez hay más familias que se acercan a las agencias de viajes para escoger sus vacaciones durante Semana Santa en lugar de en verano.
En el caso menorquín, desde la Fundació Foment del Turisme están favoreciendo, por la vía de los convenios de co-marketing, que exista una oferta creciente de vuelos en los meses de abril y octubre, lo que ha hecho que este año la temporada se haya dado por comenzada en el cuarto mes del año, con un significativo número de alojamientos disponibles y cifras de visitantes nunca antes vistas antes del arranque oficial de la campaña. Desde el ente observan como positivo el fenómeno, sobre todo teniendo en cuenta que otros mercados como el francés o el portugués están mostrando un creciente interés por una isla que tiende a perder dependencia del turismo británico.
Algún británico está muy bien en su casa y no hace falta que venga a Menorca ni tampoco expatriada que se pasa el tiempo criticando España. Los demás pues ley de la oferta y la demanda, los vuelos son muy baratos, el resto supongo que por las nubes que también sufrimos los residentes