La ginecóloga especialista en fertilidad y reproducción asistida, Laura Gomila Villalonga, maonesa afincada en Barcelona, donde ejerce en la clínica Gravida, ha plasmado sus años de experiencia como profesional en un libro con el que quiere ayudar a las pacientes que pasan por el proceso de Fecundación In Vitro (FIV) para ser madres.
Bajo el título «El diario de mi fecundación in vitro. Ser mamá, la historia de un sueño hacia la vida» este libro es «una guía, porque explico paso a paso lo mismo que explico en mi consulta, pero también hay espacios para dar presencia a sus sentimientos, porque la FIV es un camino difícil», explica, donde pueden estar presentes emociones como el miedo y la frustración.
Esos espacios en blanco son para que las futuras madres puedan añadir, a modo de álbum, por ejemplo, fotos de ecografías, también reflexiones y comentarios. Pero además de esta parte interactiva, el libro de la doctora Gomila incluye las explicaciones científicas y médicas de todo el proceso, de cada fase de la FIV hasta que se practica la transferencia embrionaria y, si tiene éxito, comienza la gestación.
«En mis años de experiencia he tratado con una gran cantidad de pacientes que desean ser madres y padres, y no lo consiguen», afirma. Desde 2018 su práctica clínica se dirige en un cien por cien a la reproducción asistida. El elemento común de sus pacientes es que «buscan sentirse escuchadas e informadas a nivel médico, quieren entender todo muy bien», por ello la ginecóloga utiliza un lenguaje que, dentro del rigor técnico y médico, es también divulgativo.
Una guía
Ese trato con las pacientes es lo que motivó a la ginecóloga a escribir este particular diario, «pensé que sería fantástico que tuvieran una guía que consultar en cada paso, eso les da una confianza más firme en el tratamiento y al final, también el resultado es mejor», apunta.
Las mujeres que se sometan a una FIV encontrarán en este trabajo información detallada, desde un punto de vista médico, del paso a paso del tratamiento así como consejos prácticos sobre alimentación saludable, suplementación vitamínica, ejercicio físico y gestión del estrés, «ya que un manejo integral y multidisciplinar ayuda a tener una mejor tasa de éxito final».
En definitiva, el libro pretende acompañar y guiar a la paciente, con explicaciones claras de palabras que resultan demasiado técnicas, como estimulación ovárica, punción folicular, transferencia embrionaria, beta-espera..., terminología que puede resultar abrumadora.
Consejos útiles
«En cada capítulo se aborda una fase del tratamiento de la FIV pero en el primer capítulo, que resume todo lo que debes saber antes de empezar, hay consejos útiles y aplicables a cualquier mujer que busca un embarazo», afirma la especialista, como por ejemplo conocer los suplementos vitamínicos que pueden ayudar a la fertilidad.
En un libro especialmente dirigido a las mujeres que quieren ser madres, hay también sitio para las emociones de su acompañante, en el capítulo dedicado a la transferencia embrionaria, un momento que la doctora define como «íntimo, lleno de significado, mágico».
Laura Gomila pone a disposición de las lectoras sus conocimientos como médico pero también puede ponerse muy bien en su lugar, porque ella misma ha sido paciente de Fecundación In Vitro. «Mi primer hijo, Hugo, que ahora tiene cuatro años, lo tuve mediante FIV», declara. Su segunda hija, Gala, de 18 meses, fue un embarazo natural pero «después de sufrir tres abortos en seis meses, fue muy duro, dejar a un lado mi vida personal, apartarla de lo profesional», confiesa sobre esta vivencia tan íntima. Ahora, a su experiencia como reconocida ginecóloga especialista en reproducción asistida, suma sus vivencias como mujer y madre. «Gracias a los tratamientos y una vez identificada la causa de los abortos, me quedé embarazada de forma natural», explica, «creo que eso me da un plus de empatía para entender por lo que se pasa», resume.
Laura Gomila, que se asomó por primera vez a las páginas de este diario siendo una joven médico que acababa de pasar su examen MIR, indecisa sobre si cursar ginecología u otra especialidad, ha forjado ahora su profesión en una especialidad que cada vez tiene más demanda.
La ventana de fertilidad óptima de las mujeres, entre los 20 y los 30 años, no es la que se elige en la actualidad para ser madres, los condicionantes sociales obligan a retrasar el momento. La doctora asegura que la congelación de óvulos, antes una opción poco conocida, cada vez tiene más solicitantes.
«En el último año he notado mucha más demanda de la vitrificación de óvulos, eso me alegra por las pacientes, empieza a haber una conciencia social para así no perder la oportunidad de ser madres», concluye.
Enhorabona Laura.