La recién creada Associació Club Esportiu Cala’n Bosch reclama al ente Ports de Balears que implante la gestión directa en la dársena deportiva del Lago para «poner fin a la corrupción» y velar por los amarres sociales que den respuesta a la demanda local. La entidad presidida por Tolo Torres, que dice contar con unos 80 socios, simpatiza en este sentido con el colectivo Es Jonquet, que el pasado fin de semana también se manifestó en aguas del puerto de Maó con idéntica demanda.
Como en el caso de Maó, la asociación pide que en el Lago de Cala en Bosc también se vele por garantizar un amarre a los menorquines que son titulares de una barca y se reivindique el carácter público y accesible de los atraques. La Associació Club Esportiu Cala’n Bosch rechaza que se siga privatizando la gestión del puerto deportivo y, antes de que, a principios de año, el Consejo de Administración de Ports apruebe los pliegos del nuevo concurso para volver a otorgar en concesión los 276 amarres y la gasolinera del Lago, insiste en que ésta sea pública.
El 3 de mayo Ports renovó en precario la concesión sobre los 24.574 metros cuadrados de dominio público a Nexport Nautical Experience SL por el plazo máximo de un año para garantizar así la prestación del servicio mientras ultima los pliegos del nuevo concurso. Atrás quedan 30 años en los que la sociedad menorquina ha ostentado la concesión del Lago, que ha finalizado de forma abrupta tras no conseguir que ésta fuera renovada por la administración.
Advertencias de judicializar el rechazo de Ports por prevaricación y supuesto fraude de ley han precedido a la resolución que prorroga la gestión otro año más, lo que hace recelar a la nueva asociación de usuarios. Más aún tras sufrir el encarecimiento de precios aprobado por Ports que, con el voto en contra de los representantes menorquines en el Consejo de Administración, la exalcaldesa Juana Mari Pons y el presidente Adolfo Vilafranca, los ha triplicado para situarlos al mismo nivel que en 2019, justo antes de la pandemia. «La situación actual perjudica a las náuticas, pues en Menorca dejan de comprarse barcas. Nos están echando del mar», denuncia Torres quien, en disconformidad, ha sacado su embarcación del agua.
La asociación que preside denuncia que Nexport está «sobreexplotando» el puerto deportivo y que Ports no les contesta a sus reiteradas peticiones para conocer si ha inspeccionado en estos 30 años que se haya hecho un correcto mantenimiento de las instalaciones o si los espacios y actividades que gestiona cuentan con licencia. En respuesta a una solicitud de la entidad, la concejal de Urbanismo de Ciutadella, Sandra Moll, les ha aclarado que las terrazas, el varadero y la caseta donde se efectuan las reparaciones competen a la administración autonómica.
Además, el hecho de que Ports haya adjudicado la gestión de uno de los pantalanes de Fornells a la sociedad local coaligada en Nexport, Urbanización Cala’n Bosch SL, y que Autoridad Portuaria también le haya confiado la gestión de los amarres del Moll de Ponent de Maó ha molestado a la asociación, que amenaza con denunciar ante la Fiscalía el «sospechoso entendimiento» que percibe entre la empresa y Ports. El gerente de Nexport, Biel Cerdà, ha declinado hacer declaraciones.
La vivienda es una necesidad, la movilidad imprescindible porque tenemos que trasladarnos continuamente, pero cuando se está hablando de amarres sociales cuando tener una embarcación es un lujo que no está al alcance de todo el mundo se me caen las lágrimas de la risa. Si tienes la capacidad economica para comprarte una embarcacion para disfrutar los fin de semanas en tu tiempo de ocio a navegar, tambien debes asumir el coste de mantenimiento y su amarre por muy alto que te parezca sea publico ( que no saben gestionar) como en concesiones a empresas privadas. Y si no, te compras un colchon como mucha gente.