El pleno del Ayuntamiento de Es Castell aprobó ayer la bajada del Impuesto de Bienes Inmuebles avanzada por este diario. Lo hizo sin votos en contra, aunque con algún reproche de la oposición. El PSOE, que se abstuvo, pero dejó claro que no se opone a la medida, aplaudió la reducción – del 0,72 al 0,70 del tipo impositivo– aunque considera que «se queda muy corta». La portavoz socialista, Noemí Gomila, aseguró que «se podría hacer mucho más para el bienestar real de la población, Por su parte, Som Es Castell votó a favor, aunque considera que «se podría haber hecho antes», en palabras del concejal Simó Ferrando.
El alcalde, Lluís Camps, explicó que si no se hizo antes fue por motivos técnicos y que la bajada, que calificó de «un gesto» busca dar aire a los vecinos pero sin arriesgar la buena salud de las arcas municipales, que tienen como principal fuente de ingresos el Impuesto de Bienes Inmuebles. Camps aseguró que el Consistorio dejará de ingresar unos 100.000 euros por este concepto. Los socialistas defendieron que ya propusieron esta bajada del IBI cuando se implantó la nueva tasa de basuras y que en sus cálculos la cantidad que iba a dejar de recaudar superaba los 220.000 euros. El pleno también aprobó la reducción de la tasa de basura (un diez por ciento para las viviendas y un 20 por ciento para los comercios en la cuota base) y destacó que se produce gracias al esfuerzo de los vecinos, cuyos niveles de separación han permitido reducir el costo del tratamiento en el Área de Gestión de Residuos de Milà.
Cala Sant Esteve
El pleno extraordinario celebrado ayer en Es Castell sirvió también para ratificar la adjudicación de las obras de la primera fase del proyecto de alcantarillado en Cala Sant Esteve a la empresa EHM Contrata, Dirección y gestión de obras por 1,8 millones de euros. La empresa tendrá 30 días para corregir algunas deficiencias encontradas antes de empezar unas obras que tienen una duración máxima prevista de ocho meses.
El PSOE también pudo hacerlo y no lo hizo.