Como Maó y Es Mercadal, el equipo de gobierno Ayuntamiento de Es Migjorn Gran lleva hoy a pleno la aprobación de un plan económico-financiero para este año y el siguiente como consecuencia del incumplimiento el año pasado de la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera. En concreto, el Consistorio liderado por Antònia Camps superó en 440.722 euros el límite fijado por la regla de gasto. Según informan desde el equipo de gobierno, el plan no contempla medidas estructurales de contención reseñables, puesto que ven equilibradas las cuentas de 2025 y el aumento del presupuesto se debe a dinero que llega de otras administraciones.
El exceso de gasto en 2024 se produjo por varias circunstancias. Algunas de ellas están relacionadas con el personal, como es el caso de las bajas de dos trabajadoras del servicio de limpieza y un cocinero cuyas funciones se han suplido con la contratación de empresas externas (20.556 euros más). Pero sobre todo se ha acusado la gestión de los controvertidos radares, que ha derivado en gastos extra como los envíos de las notificaciones a los sancionados. Estas cartas han costado 155.816 euros, que se suman a los 544.550 euros extra sobre el presupuesto que ha recibido la empresa que gestiona los dispositivos.
El equipo de gobierno concluye que, pese a la obligación de realizar un plan de ajuste, la situación económica del Ayuntamiento es «sólida, con superávit recurrente, baja carga por deuda y alta liquidez», con un incumplimiento de la regla de gasto «puntual y justificado». La consecuencia, aseguran, no va más allá de tener que cubrir posibles excesos de gasto en algunas partidas con reducciones equivalentes o aumentos de ingresos.
En respuesta a las críticas del PSOE en una carta publicada ayer en «Es Diari», el equipo de gobierno del PP niega que haya falta de rigor. Admite un sobrecoste con los radares pero argumentan que todos los trámites al respecto se han realizado como es debido. Atribuye a cuestiones «técnicas, administrativas o de coordinación con otras instituciones» los retrasos en ciertas inversiones y niega que la organización de fiestas o la compra de obsequios vaya en detrimento de otras partidas económicas. En cuanto al geriátrico municipal, explica que no aparece en el plan por un principio de prudencia,«no se puede comprometer esta inversión sin una previsión rigurosa».
¿Y a quien le extraña? Esto pasa por poner al frente a una persona que le venía justo devolver el cambio en un supermercado, y esto que la máquina registradora lo hace todo, y no hay ni que pensar. Para trabajar como administrativo o auxiliar administrativo en un ayuntamiento te piden titulación, examen, catalán etc etc.... pero para ser alcaldesa con saber repartir ramos de flores a diestro y siniestro (sobre todo a diestro) para qué te voten ya es suficiente. Pero a ellos les da absolutamente igual el pueblo, solo piensan en lo que les cae en el bolsillo a fin de mes, y que no es poco. Una verdadera vergüenza, de lo peor que ha pasado por este consistorio, Migjorn no se merece esto.