Los tejados de Menorca bastarían para cubrir el consumo eléctrico sin más parques en rústico

Los tejados de Menorca tienen capacidad para albergar tantas placas solares como para cumplir con los objetivos de descarbonización del sistema eléctrico sin necesidad de consumir más territorio con la instalación de nuevos parques fotovoltaicos. Según los datos del Atlas Fotovoltaico de les Illes Balears, la nueva herramienta que ha lanzado el Govern para conocer el potencial de las cubiertas de los edificios públicos y privados, del agregado de todas las superficies óptimas en la Isla resultaría una potencia instalada de 231,32 megavatios (MW) –el equivalente a más de cuatro plantas de Son Salomó– cuando en la actualidad la punta de demanda que se registra en la Isla apenas supera los 130 MW.

El nuevo recurso de la Conselleria de Empresa, Autónomos y Energía eleva hasta los 332,16 MW el potencial máximo de las placas solares que caben en las cubiertas, pero depura la superficie óptima teniendo en cuenta la orientación de la cubierta, las sombras y los obstáculos para llegar a esa cifra de algo más de 231 MW, mostrando una potencia óptima hipotética en el caso de que todos los ciudadanos, empresas y administraciones instalaran placas fotovoltaicas, un escenario muy alejado de la realidad actual –hay instalados poco más de 20 MW de autoconsumo– que, no obstante,

La Estrategia Menorca 2030, el plan de descarbonización de la Isla, estima que para poder cubrir el 85 por ciento de la demanda eléctrica con renovables en ese horizonte sería necesaria una potencia instalada de 311,5 MW distribuida en distintos tipos de tecnologías con el objetivo de asegurar la estabilidad del sistema. En materia de autoconsumo, el objetivo dentro de cinco años es que se hayan instalado 30 MW, como hemos visto, una potencia muy inferior a las posibilidades que ofrecen la superficie útil de los tejados.

El grueso de la potencia renovable necesaria se centra en las plantas de producción. Se contempla una instalación de 281,5 MW entre parques solares y en menor medida eólicos y de otras tecnologías. Desde que se redactó el documento, entre instalaciones que ya están en funcionamiento, las que se están construyendo y las que están autorizadas suman más de 180 MW, por lo que serían necesarios otros poco más de 100 MW.

Resulta inviable fiar toda la estrategia de transición en instalaciones de autoconsumo por razones de estabilidad del sistema y de capacidad de cobertura de las necesidades de cada edificio –en la mayoría de casos las placas no alcanzan ni para la mitad de la demanda y muchos no pueden albergar paneles–, pero los datos hechos públicos por el Govern sí invitan a analizar los objetivos teniendo en cuenta el potencial real de las cubiertas y puede ser una herramienta útil para que las administraciones tomen decisiones con conocimiento de causa, en un momento en que se están poniendo sobre la mesa proyectos de futuro como los megaparques de eólica marina.

La enorme inversión pública y privada que sería necesaria para solarizar todos los tejados de Menorca sitúa este análisis en el plano de la mera hipótesis y, además, cabe tener en cuenta que la demanda eléctrica está llamada a crecer sustancialmente a medida que se avance en la electrificación del sistema, con la entrada de nuevos consumidores que hasta la fecha se han nutrido de combustibles fósiles. No obstante, el potencial de reducción de la demanda a través de las instalaciones de autoconsumo es un factor a tener en cuenta que puede disminuir notablemente las necesidades de generación a través de parques renovables.

El Atlas Fotovoltaico de las Illes Balears permite a cualquier ciudadano navegar por el mapa, localizar su edificio y comprobar el potencial que tiene, la inversión requerida, el nivel de autosuficiencia que permitiría, el ahorro anual en la factura y el plazo de retorno de la inversión.