El Govern balear anunció hace unos meses un ambicioso plan de renovación de la flota de ambulancias que operan en todas las Illes Balears, incluida Menorca. Sin embargo, un contratiempo imprevisto provocará la demora en la puesta en servicio de muchos de los nuevos vehículos que, además, cuando empiecen a operar, no podrán hacerlo con todas las prestaciones previstas inicialmente.
El problema se centra en las nuevas ambulancias de transporte sanitario programado, que, con todas las mejoras incorporadas, superan los 4.000 kilos de peso. Esto implica que para conducirlas no basta con el permiso B, sino que se requiere el carné C1 (para camiones ligeros), un requisito que muchos técnicos no cumplen. El error no afecta a las ambulancias de urgencias, aunque de momento a Menorca no ha llegado ninguno de los nuevos vehículos anunciados.
Desde el sindicato USAE aseguran que, de la cuarentena de técnicos de ambulancias de transporte programado en la Isla, solo ocho disponen del permiso C. Es decir, el 80 por ciento del personal no está habilitado para conducir los nuevos vehículos. Se trata de un porcentaje similar al del resto de las islas.
Dimisiones y vehículos parados
Esta situación ha provocado que los nuevos vehículos permanezcan actualmente inmovilizados en Mallorca, cuando la previsión inicial era que los primeros pudieran entrar en servicio a finales de septiembre. La solución provisional por la que se ha optado es la de reducir el peso de las ambulancias, desmontando parte del equipamiento ergonómico que debía suponer una mejora, principalmente para los propios trabajadores, pero que también debía repercutir en la calidad del servicio.
Esta situación, además de suponer un coste añadido, puesto que se deberá intervenir en un total de 122 ambulancias para traslados programados, implicará la demora de la sustitución de los vehículos actuales, que ya han llegado al final de su vida útil. De momento, no hay fecha para la puesta en marcha de las nuevas unidades.
Además, desde la Conselleria de Salud ya han anunciado que financiarán el curso para que los técnicos de emergencias obtengan el carnet C1 y, de esta manera, puedan conducir los nuevos vehículos.
Todo ello ha derivado en la dimisión de Daniel Llompart, jefe de personal del transporte sanitario no urgente de la entidad pública Gestión Sanitaria y Asistencial de las Illes Balears (GSAIB), y responsable de la licitación del nuevo contrato, valorado en 56 millones de euros. Además, desde Més per Mallorca también han pedido la dimisión del gerente de GSAIB, Sergio Pablo Rodríguez.
Por su parte, desde el sindicato USAE, Marina Sánchez lamenta que el tiempo que se perderá al tener que modificar las nuevas ambulancias también supondrá prolongar el uso de los vehículos antiguos, que, advierte, ya comienzan a estar muy obsoletos.
Por este motivo, desde el sindicato critican la falta de planificación de la Conselleria. «Se tendría que haber planificado mejor para poder preparar al personal con más antelación. Si las mejoras se hubieran previsto con dos años de margen, y se hubiera dispuesto de tiempo para realizar los cursos, esta problemática no habría existido», señala Sánchez.
Salud pagará el permiso C1 a los técnicos de emergencias
Para solucionar el problema de la falta de trabajadores en posesión del permiso C y que puedan conducir las nuevas ambulancias, la Conselleria de Salud ha anunciado que, a través del SOIB, financiará la obtención de dicho carné para los técnicos de emergencias sanitarias que aún no lo tengan. Desde el sindicato USAE en Menorca valoran positivamente esta medida, aunque advierten que no será un proceso rápido y lamentan la falta de planificación. La idea de Salud es que, una vez los profesionales obtengan el carné, las nuevas ambulancias puedan contar con todas las mejoras previstas.
Desde el sindicato también lamentan que, para reducir el peso de los vehículos, se tengan que desmantelar las mejoras ergonómicas que habrían supuesto un avance significativo en las condiciones de trabajo del personal y, por ende, en la calidad del servicio. Los nuevos vehículos estaban previstos con rampas hidromecánicas para facilitar el traslado de personas en silla de ruedas, cámaras para supervisar a los pacientes, anclajes reforzados, suelos antideslizantes y nuevos sistemas de desinfección y climatización, entre otras mejoras. «Estamos a favor de cualquier avance, porque son necesarios, pero podrían haberse planteado de otra manera», subrayan desde el sindicato.
Las ambulancias de transporte programado se encargan de realizar rutas diarias para servicios como diálisis o rehabilitación.
Lo dicho vaya mala gestión, sea quien sea el color político, en este caso el PP, el precio de la ambulancia más los permisos, cuantas ambulancias más hubiesen podido comprar con el coste del permiso c1 que dicen que van a pagar, vergonzoso, tendría q dimitir el asesor de turno que no hizo bien su trabajo.