La coincidencia de la festividad del Día de Todos los Santos, que este año cayó en sábado, con el descanso habitual del domingo, ha provocado una notable acumulación de residuos en Maó.
Al no realizarse el servicio de recogida de los contenedores de reciclaje durante los días festivos ni los domingos —según el calendario de la empresa concesionaria FCC—, los contenedores amanecieron este lunes desbordados en varios puntos del municipio.
Las zonas más afectadas fueron algunas calles del centro, como José María Quadrado, donde las bolsas se amontonaban junto a los contenedores. La situación se espera que se normalice a lo largo del lunes, cuando se reanuda el servicio de recogida.
Un signo evidente y objetivo de que el puerta a puerta es un fiasco.