El Ayuntamiento de Es Migjorn está llevando a cabo en el paseo marítimo de Sant Tomàs, aledaño a la playa de la urbanización, una actuación de poda y desbroce. El riesgo, según amparan informes de la Polícia Local y de los bomberos, de que vuelva a producirse la caída de alguno de los pinos, como sucedió este verano sobre el restaurante Las Dunas, o hace dos semanas en el propio paseo, han impulsado acometer dicha actuación.
El alcance de la poda ha suscitado las críticas del geólogo Xisco Roig, que la considera excesiva, al tratarse de un sistema vegetal en una zona dunar «protegida» y no incluida entre las de riesgo de incendio. Recuerda que allí se plantaron pinos –dentro de una estrategia de ámbito estatal– en los años 40-50 para «proteger» los cultivos de la arena.
Aun con el boom turístico de los 70, Sant Tomàs conservó las dunas y los pinos, a diferencia de otros lugares era de los pocos sistemas dunares que habían quedado protegidos, «y ahora, han cometido esta barbaridad».
«Basta con ver el diámetro de algún corte, ese árbol ya no se recupera. Además, han desvirtuado el paisaje, reactivado la arena... y hasta se han metido con maquinaria dentro de la zona dunar protegida», abunda y concluye Roig, experto en zonas dunares.
Cuestión de seguridad
«Prefiero que me critiquen por desbrozar en una zona pinar, que no por tener que dar el pésame porque los pinos han causado una desgracia», indica por su parte el concejal del Ayuntamiento de Es Migjorn Gran, Toni Borràs.
Desde el Consistorio se amparan en los informes que «avalan» la necesidad de intervenir, pues mucho pinos «ya eran viejos» y existe «riesgo de que caiga alguno más», de ahí esa necesidad de «cortar algunas ramas, pero no árboles».
Llamen a la unesco.