La apertura de los tres nuevos geriátricos, Maó-Santiago, Es Castell y Es Migjorn requerirá la contratación de 85 profesionales del sector sociosanitario. La estimación es que Es Castell cuente con 35 y Es Migjorn con 26 –un cálculo aproximado basado en mínimos–, y los 24 restantes serán para la residencia de Santiago, que además absorberá la plantilla del geriátrico del Consell en Maó.
El equipamiento situado en el antiguo cuartel pasará de los cien trabajadores, entre los que se traspasen de la residencia insular, 82, y los nuevos que se contraten, 24. Cabe recordar que usuarios y empleados de la residencia del Consell, pendiente de una reforma integral, tienen que trasladarse al edificio de Santiago para que puedan iniciarse las obras.
La consellera de Bienestar Social, Carmen Reynés, asegura que ya se han abierto varias líneas de trabajo encaminadas a garantizar que se puedan cubrir esos puestos, y apunta que «hay gente formada» y otra que está en formación en distintos cursos, tanto en el grado universitario de enfermería como en el sociosanitario de FP. Aun así, el Consell detecta varios problemas para lograr personal y prepara un paquete de medidas.
En primer lugar, se intentará flexibilizar la exigencia del catalán, ya que se ha visto que «hay trabajadores buenos, pero no tienen el nivel, pensamos que pueden hacer la formación después y sacarse el título, porque la prioridad es cuidar a nuestros mayores», declara Reynés. Por lo tanto se plantea ofrecer esa formación lingüística, pero que el idioma no sea excluyente.
La consellera afirma que «tenemos que mejorar las condiciones» y para ello «hay que ofrece contratos de larga duración». También apuesta por «abrir perfiles, que pueden ser de apoyo» y que el certificado de profesionalidad sociosanitaria sirva para ser contratado.
En cuanto a uno de los problemas comunes a trabajadores de todos los sectores, la vivienda, la consellera quiere incidir con una serie de medidas para «ayudar un tiempo a los que tengan que venir de fuera y que puedan así establecerse». En resumen, mejores condiciones y más flexibilidad sería la receta para poder contratar trabajadores que ahora se quedan fuera de los procesos pese a estar capacitados para la atención geriátrica.
En cuanto al Consorcio, Reynés advierte que para que asuma toda la macroestructura de la atención sociosanitaria pueden pasar años, pero es el futuro. «No tiene sentido que solo gestione Santa Rita», afirma, «Santiago entrará, lo mejor es unirnos, que haya una bolsa conjunta de personal y mejorar así las condiciones».