Los recurrentes episodios de lluvia que se han vivido el pasado mes de noviembre han permitido acabar con el déficit de precipitaciones que Menorca venía arrastrando en el último año y han dado un respiro al siempre sufrido sector primario, que arranca la temporada baja con la esperanza de que se cumplan los augurios del refranero cuando afirma aquello de noviembre lluvioso, año copioso. Por lo pronto las vacas ya hace unas dos semanas que pueden pastar en los reverdecidos campos, lo que –más allá de la bonita estampa– supone en la práctica un ahorro económico en la compra de forraje. Todo alivio es poco para las explotaciones agroganaderas.
Los datos del balance pluviométrico del pasado mes, hechos públicos ayer por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) constatan la impresión general, noviembre ha sido un mes anómalamente húmedo. El promedio de 109 litros por metro cuadrado que se ha registrado en las estaciones menorquinas supone un incremento del 17 por ciento en relación a los valores normales de la serie histórica. El efecto, según explica el portavoz adjunto de la agencia en Balears, Jorge Rodríguez, es que «Menorca ha recuperado los niveles normales en el balance del último año».
Pero la lluvia no solo tiene que caer, sino que tiene que hacerlo bien. Y eso es lo que ha ocurrido, según confirma la secretaria general de Unió de Pagesos, Margarida Llambies, quien enfatiza que las precipitaciones «lo han bordado», descargando de forma consistente, no torrencial, y bien distribuida por el territorio. Los beneficios son muchos y no por evidentes menos importantes: «La tierra se ha ablandado y se puede cultivar mejor, la verdad es que no nos podemos quejar».
Un síntoma de la abundancia de agua que ha regado los campos es la presencia desde hace un par de semanas de ganado que ya está pudiendo pacer, algo que por desgracia «en los últimos años ya no es habitual», explica Llambies. También Luis Nadal, presidente de la Asociación de Empresarios de Explotaciones Agrarias de Menorca (Agrame) destaca que «ha llovido bien, estamos contentos», aunque también deja claro que «no estamos en la época crítica para los cultivos».
«Lo importante son las primeras lluvias y las últimas, son las que determinan la cosecha, ahora la incidencia es más baja, pero es positivo». Los datos señalan a la zona de Ponent como la que ha recibido más caudal de precipitaciones.
En Ciutadella se registraron 185 litros por metro cuadrado, el doble de lo normal. El mes dejó algunos episodios de lluvia torrencial que dejaron registros récord en 10 minutos en Es Mercadal (18,8 litros por metro cuadrado el día 17) y Ciutadella (14 litros el día 25).
Mes seco en el resto de Balears
Mientras Menorca ha cerrado un mes de noviembre especialmente húmedo, con una anomalía positiva del 17 por ciento, un promedio de 15 litros por metro cuadrado más de lo normal, en el resto de islas de Balerars ha sido un mes seco o muy seco en comparación con la media histórica.
La situación ha sido espacialmente grave en Eivissa, donde lo normal es que en noviembre lluevan 69 litros por metro cuadrado y solo se han registrado 37. En Formentera suelen caer 53 litros por metro cuadrado y se han contabilizado solamente 19 litros. En Mallorca el descenso ha sido menor, del 24 por ciento. Lo normal son 92 litros y se han registrado 70.
Que sorpresas depara el cambio climático, eh? Un año llueve mucho, otro poco. Esto es absolutamente nuevo, nunca había pasado. No salgo de mi asombro.