Afirma que las medidas son "creíbles" pero de "dudosa justificación y racionalidad" Sostiene que el problema no son los funcionarios, sino su baja productividad
Afirma que las medidas son "creíbles" pero de "dudosa justificación y racionalidad"
Sostiene que el problema no son los funcionarios, sino su baja productividad
PALMA DE MALLORCA, 15 (EUROPA PRESS)
El catedrático de Economía de la Universitat Pompeu Fabra, Guillem López Casasnovas, dijo hoy que las medidas anunciadas por el presidente del Gobierno el pasado miércoles dirigidas a reducir el déficit son "creíbles" y tendrán una "incidencia inmediata en el corto plazo", si bien puntualizó que la "racionalidad" de dichas medidas es una "incógnita" y su justificación "bastante dudosa".
Así lo manifestó el catedrático en declaraciones a Europa Press, en las que señaló que este severo plan de reajuste, que prevé una reducción del sueldo de los funcionarios del 5%, una congelación de las pensiones y una disminución del precio de los medicamentos no genéricos, es fruto de la necesidad imperiosa de adoptar medidas "urgentes" para "ganar credibilidad ante los mercados extranjeros".
Sin embargo, pese a que se trata de medidas con "incidencia efectiva" para contener gasto, "desde un punto de vista sensato no abordan los problemas endémicos de la sanidad, la inversión pública o el rendimiento de los funcionarios". En el caso de estos últimos, el problema no es su elevado sueldo, "sino su baja productividad, que no se verá resuelta".
No obstante, el catedrático menorquín opinó que la actual coyuntura económica "no permite hacer lo más razonable, sino lo que más efectivo", y en este sentido, puntualizó que no cabe duda sobre la materialización del plan, que será aprobado este viernes por un real decreto, pero "la prisa es mala compañera", y el Gobierno "se ha visto forzado a adoptar estas medidas en las actuales circunstancias porque no tenemos posibilidad de afinar los instrumentos".
Casasnovas se refirió a la reducción de las inversiones anunciada por el Gobierno, de más de 6.000 millones este año, y precisó que lo decisivo no es cuánta inversión dejará de realizarse, sino "qué inversiones se sacrificarán". Es decir, habrá que ver si se reducen las inversiones "más rentables y qué impacto tendrán sobre la economía", clarificó. "Esto es lo importante: más allá de la disminución cuantitativa del esfuerzo inversor del Gobierno, lo relevante es conocer de qué ámbitos será detraído".
"Si el Gobierno reduce inversiones de forma indiscriminada, sin priorizar las menos eficaces, el daño será muy grande porque reducirá la capacidad de crecer de España", subrayó el catedrático.
En el mismo sentido, opinó que el problema endémico del gasto sanitario no reside en el precio elevado de los fármacos, sino en cómo se "consumen" y en el hecho de que "cada vez se prescriban medicamentos más caros".
AL GOBIERNO LE FALTÓ VALENTÍA
Así, señaló que al gobierno le faltó en el pasado "valentía", y ahora tiene un "problema de credibilidad", lo que le obliga a adoptar medidas "más drásticas", que antes no calculó, puesto que "pensaba que demorando este momento ganaría tiempo, al creer que la situación mejoraría, pero esta estrategia ha desenvocado en la falta de tiempo para adoptar medidas más razonables", desgranó Casasnovas.
Ya ahora, el Gobierno se ve obligado a adoptar medidas que "no cuentan con el acuerdo de los agentes sociales y del resto de partidos políticos", pero no hay que olvidar que, apostilló, "no se trata de medidas anticrisis, sino de anuncios que intentan cerrar la elevadísima brecha fiscal que soporta el Gobierno para devolver credibilidad a los mercados financieros".