Las obras de la cárcel de la carretera de Sant Lluís avanzan con los plazos de finalización sobrepasados y una inauguración cada vez menos lejana. La estructura está prácticamente levantada en su totalidad y es el momento de empezar con los acabados.
Algunos de ellos no han pasado desapercibidos a las miles de personas que cada día pasan por una de las vías más transitada de la red insular. En los últimos días se han escuchado algunos comentarios sobre la pintura que se está aplicando a la pared de la cárcel, concretamente la más visible, la que da a la propia carretera. Se aplica un color negro sobre espacios irregulares previamente dibujados sobre el muro, lo que insinúa una estética original, novedosa.
Habrá que esperar a que los pintores acaben su trabajo para conocer cuál es el resultado final, pero de momento la cosa ya da para entretener al personal que ve, comenta y especula.