Un hombre de unos 50 años de edad fue detenido ayer en Es Castell como presunto autor de los falsos avisos de bomba en el Hospital Mateu Orfila y el aeropuerto el pasado 1 de abril. La detención se produjo por efectivos de la Guardia Civil ayer por la mañana, cuando el hombre estaba a punto de coger el autobús de línea, y en un principio el acusado de hacer las llamadas opuso cierta resistencia a los agentes. Su localización habría sido posible a través del teléfono móvil utilizado para realizar las llamadas, que fue el mismo en las tres ocasiones, dos avisando de la existencia de un artefacto explosivo en el aeropuerto y otra igual realizada al hospital. El detenido prestó ayer declaración y está a la espera de pasar a disposición judicial.
Los avisos coincidieron con la celebración en la Isla del tradicional Dia d'Enganar y no ha trascendido si las llamadas fueron una broma de mal gusto o responden a cualquier otra causa. Lo cierto es que ahora se puede enfrentar a una petición de pena de entre seis meses y un año de prisión, que es lo que contempla el Código Penal en su artículo 541 para este tipo de acciones «con ánimo de atentar contra la paz pública» mediante falsas amenazas.
La depuración a la que lleve a cabo la policía con la interrogación a este individuo y si finalmente se aclara que fue una estupidez soberana, los menorquines nos quedamos más tranquilos. Bromas de esas no queremos ni una, porque, y si sí.