Los tres guardias civiles heridos el pasado martes en el fatal accidente de tráfico que causó una víctima mortal en el kilómetro 17 de la carretera general permanecen ingresados en el hospital Mateu Orfila aunque su evolución es favorable. Dos de ellos podrían ser dados de alta durante el día de hoy, jueves.
Uno de los tres agentes debe ser intervenido quirúrgimente de la fractura que se produjo en la rótula a consecuencia del violento impacto, a la que sumó una más en el pie. Otro de los guardias civiles accidentados padeció un traumatismo troncoabdominal, y el tercero, policontusiones leves debido al choque frontal.
Tanto los dos guardias civiles que no precisan intervención quirúrgica como el que sí deberá pasar por el quirófano fueron trasladados a planta durante la mañana de ayer después de haber pasado la noche en Urgencias. El cuadro médico que les atiende consideró necesario que permaneciesen un día más ingresados en observación pese a que se hayan fuera de peligro y su mejoría es progresiva con el paso de las horas.
El accidente mortal tuvo lugar el martes a las 19 horas cuando, según la hipótesis más probable, el Fiat Punto de la compañía Endesa que conducía Enrique Jiménez, mahonés de 55 años, invadió el carril contrario por el que circulaba el Nissan Pathfinder de la Guardia Civil en dirección a Ciutadella.
El conductor, aparentemente, falleció en el acto aunque será la autopsia la que determinará si la causa del fallecimiento fue el violento impacto o bien pudo sufrir cualquier otra circunstancia que le hiciera perder el control del vehículo.
Un tercer vehículo, Nissan Qashqai, que circulaba detrás del de la Guardia Civil, se vio implicado en el grave percance aunque consiguió pasar por en medio de los dos que chocaron y solo sufrió rozaduras en uno de sus laterales. Su conductor, que viajaba junto a su hija menor, resultó ileso.