Las chispas generadas por el roce de los muelles de un colchón con el asfalto, que portaba un camión de la planta de residuos voluminosos, provocó que se quemaran sus pulmones neumáticos traseros y se fundiera el guardabarros.
Tres extintores sirvieron para sofocar el pequeño incendio, que ocurrió ayer a las 10 de la mañana cerca de la planta de Milà, y los bomberos de Maó acudieron para refrescar el vehículo.