Sosegado, amable e incluso risueño a su entrada y salida del juzgado, Stephane Jean Michel Schmidt, esposado y custodiado por dos policías nacionales, sabe que dentro de poco menos de 19 meses habrá cumplido su deuda con la sociedad. Ese tiempo es la condena que le resta por haberse apropiado de al menos seis vehículos para moverse por la Isla entre finales de abril y principios de mayo del pasado año, además de dos robos en restaurantes de Fornells, «El Pescador» y Es Migjorn, «S'Engolidor», uno con intimidación a la vigilante del poblado de Talatí y el hurto de dos juegos de llaves en una empresa de alquiler de coches en Maó.
Si el pasado julio fue condenado a un año y nueve meses de cárcel, 61 días de trabajo solidario más el pago de 271 euros en indemnizaciones por tres delitos, las penas de este martes, referidas a los cuatro que cometió entre Ciutadella, Fornells y Es Migjorn quedaron en 9 meses más de cárcel, 36 días de trabajos solidarios y al pago de 3.765 euros a los afectados.
La confesión de los cuatro delitos -hurto de un Citroën C2, de la Clínica Juaneda que estrelló en el Camí d'en Kane, un Toyota Rav 4 en la finca de Subaida, una furgoneta Volkswagen Caddy del mismo restaurante de Fornells, además de los dos robos de objetos y dinero en «S'Engolidor, y «El Pescador»- permitió la rebaja de la condena.