El juez, Bartomeu Mesquida, permutó este miércoles la condena de dos años de prisión por 180 días de trabajo solidario y el pago de 279 euros de indemnización a un hombre, español, por haber robado una tablet y 100 euros en una casa de Llucmaçanes el 14 de noviembre de 2016 tras romper una ventana.
El acusado, con antecedentes penales no computables, deberá estar tres años sin delinquir. «Le damos un plazo de confianza siempre que no delinca en ese tiempo, si no es así deberá entrar en prisión», le dijo el magistrado. Antes, fiscal y abogado no se habían opuesto a la suspensión de la ejecución de la condena en prisión.
Justicia que que no es justa no es justicia, en España los trabajos forzados están prohibidos.- Las condenas a prestar trabajos sociales son condenas a trabajos forzados, toda vez que no son libres de prestar .- Mas injusto si cabe es que esas condenas no estén encaminadas a que esos trabajos sirvan para paliar los daños por los que se establece la condena, si no que se establecen para premiar y favorecer a alguien ajeno a los daños por los que se imponen esos trabajos forzados