Cuatro miembros de una red internacional dedicada a la introducción en España de grandes cantidades de tabaco a través de las costas de Baleares han sido condenados este miércoles a penas que oscilan entre los 10 meses y los dos años de prisión.
Según han informado fuentes del caso, durante la vista celebrada en la Sección Tercera de la Audiencia de Gipuzkoa, los cuatro inculpados han reconocido hoy los hechos y se han conformado con las penas que ha solicitado para ellos la Fiscalía, que les imputaba sendos delitos de contrabando de tabaco y pertenencia a organización criminal.
Asimismo, los encausados deberán abonar una multa de 4,5 millones de euros, de los que ya han consignado un millón en la correspondiente cuenta judicial.
La citada red de contrabandistas, cuyos principales cabecillas fueron detenidos en San Sebastián y Orio (Gipuzkoa) y varios de cuyos miembros se encuentran en rebeldía, introducía por vía marítima el tabaco a través de las costas de Balears.
Para estas operaciones, los inculpados utilizaban un remolcador de bandera hondureña «White Eagle», que fue abordado en aguas jurisdiccionales españolas próximas a Balears el 4 de diciembre de 2013 por efectivos de departamento de Aduanas e Impuestos Especiales, quienes se incautaron de 347.538 cajetillas de tabaco, valoradas en 1,37 millones de euros.
Unos días antes, la madrugada del 2 de diciembre, los tripulantes del remolcador habían descargado en una cala del sur de Menorca 1.211 cajas de tabaco, con un total de 885.500 cajetillas, valoradas en 3,55 millones de euros.
Según informó en su día la Agencia Tributaria, el remolcador, donde habían sido acondicionados tres contenedores con capacidad para 1.250.000 cajetillas, había declarado que transportaba tabaco desde un país de Oriente Medio a otro de África Occidental pero, una vez en ruta, antes de cruzar el estrecho de Gibraltar, varió su rumbo y se dirigió hasta aguas de las Islas Baleares para alijar el contrabando en sus costas.
Tras el abordaje, que tuvo lugar cerca de Menorca, funcionarios de la Agencia Tributaria en el País Vasco detuvieron y pusieron a disposición judicial a los dos principales dirigentes de la trama y a una tercera persona, y registraron sus domicilios en Orio y San Sebastián, donde residía el capitán del remolcador.
En esta misma operación, denominada «Hunt Eagle» y en la que colaboraron la Oficina de Lucha Anti Fraude de la Comisión Europea (OLAF) y otras aduanas europeas, se intervinieron diversa documentación y equipamientos informáticos.
Según recoge el escrito de acusación de la Fiscalía para el transporte del tabaco, los encausados «poseían y utilizaban» el citado remolcador, de 32 metros de eslora, y bandera «de conveniencia», con el que presuntamente «realizaron, durante 2012 y principios de 2013, al menos cinco transportes de tabaco» desde un puerto de Chipre, que «constituía su base de operaciones», hasta España, si bien, para ocultarlo, hacían constar que los destinos del envío eran países africanos.