De nacionalidad rumana, había estado varios años en busca y captura hasta que fue localizada meses atrás en Parla (Madrid). La mujer aceptó a principios de junio la sentencia conformada por la que ya se había celebrado el juicio en su ausencia en el que había sido condenado el hombre que había cometido los delitos de estafa junto a ella el 22 de agosto de 2010 en Sant Lluís.
El magistrado juez del Penal de Maó la condena a seis meses de prisión y a indemnizar a los tres establecimientos con las cantidades que les estafó.
Lo hizo utilizando billetes falsos con los que pidió el cambio a las cajeras de dos supermercados, uno de S'Uestrà y otro de Punta Prima apropiándose en total de 450 euros. El mismo día también acudió a la gasolinera de Sant Lluís, en el pueblo, en el que la pareja consiguió distraer al empleado y robó 250 euros de la cajera.
La mujer estuvo detenida en dos ocasiones desde entonces por la misma causa.