Dos dotaciones del parque de bomberos de Maó tuvieron que trabajar durante más de tres horas la tarde de este lunes hasta poder controlar y extinguir un incendio declarado en una parcela del Camí Fosc, en el término municipal de Es Castell.
La fuerza del viento motivó que una quema controlada de matojos y restos de poda se avivara peligrosamente hasta superar los 200 metros cuadrados de extensión, aunque no se aproximó a las edificaciones y tampoco se produjeron heridos.
Las tareas de extinción se complicaron por la fuerza del viento y por la acumulación del material que se quemaba formando una montaña con todos ellos.
Los bomberos que participaron en el trabajo tuvieron que remover continuamente los restos de las brasas que había dejado el fuego e ir refrescando para evitar que las llamas volvieran a brotar. En las tareas también participaron varios voluntarios de Protección Civil de Es Castell. La madrugada de este martes los bomberos han tenido que volver actuar debido a que el fuego había revivado.