Utilizó los datos personales y bancarios de un conocido para pedir un préstamo mercantil de 16.486 euros, sin su consentimiento, con el fin de comprar una barca de 5 metros de longitud en abril de 2013. El acusado solo pagó unos 1.000 euros del crédito por lo que el banco que concedió el préstamo reclamó al titular de la documentación.
El fiscal considera los hechos como un delito de falsedad en documento mercantil y otro de estafa por los que pide al acusado una condena de dos años de prisión y 10 meses de multa a razón de 6 euros día. Si es declarado culpable en el juicio que se celebra el lunes en Ciutadella deberá pagar al banco los 16.486 euros.
I açò que es bancs avui endia són mals de fotre ; però sempre en sortirà un de més pillo en aquest pais que es creu més llest que els altres. Llògicament al final l'han plegat.