La Policía Nacional de Ciutadella investiga el robo y posterior localización de 17 perros de caza de conejos en S'Hort de La Palma, en el camino al faro de Punta Nati, en la madrugada del pasado lunes. Los canes aparecieron atados y distribuidos por grupos en varios lugares del municipio durante la misma madrugada del lunes y en la mañana del martes, lo que puede interpretarse como una acción de rechazo al colectivo de cazadores.
El propietario de los animales, que es el presidente de la Associació de Criadors i Conservadors de Cans de Conill de Menorca, y también de la Associació de Caçadors de Ca de Conill, ha denunciado tres delitos ante la autoridad policial. Estima que los autores de esta acción incurrieron en allanamiento de morada al entrar en su propiedad sin permiso, robo y maltrato animal, ya que asegura que algunos perros atados a una barrera próxima a Lithica sufrieron magulladuras, tres perras embarazadas pueden haberse visto afectadas, y además todos los animales pasaron la noche a la intemperie.
El dueño de los perros recibió la llamada de la Policía Local a las 2 de la madrugada después de haber leído el chip de 5 canes en la zona de Montefí. Apenas minutos después le comunicaba que habían aparecido otros 6 perros en la zona de Es Pinaret. Al parecer había sido una misma mujer la que había avisado de los dos hallazgos a la Policía Local.
Cuando el dueño llegó al huerto donde tiene los perros de caza encontró que habían forzado la entrada, y también soltado las cadenas para llevarse a todos los perros de los establos, incluidos dos o tres más pequeños que estaban sueltos.
Durante el resto de la noche, «estuvimos buscando a los 6 perros que faltaban pero no fue hasta las 10.30 de la mañana cuando una pareja que paseaba por Lithica los encontró atados a una barrera y al tronco de un árbol», explica el propietario, con las mismas cadenas que se habían llevado de los establos. «Algunos animales casi se ahogaban porque la cadena quedaba corta», explica.
El propietario sospecha de la autoría de esta acción aunque no tiene pruebas para acusar a nadie en concreto. «Los cazadores estamos sufriendo mucha presión cuando hacemos una actividad legal». Es inconcebible, apunta, «que cualquiera pueda entrar en una propiedad privada y haga fotos o se lleve animales».
Hace dos años el presidente de ambas asociaciones fue denunciado por presunto maltrato a los mismos perros, «pero vino el Seprona y no halló ningún motivo para sancionarme después de comprobar en qué estado estaban los animales».