No había dudas en torno a la interpretación del accidente que el sábado costó la vida a un hombre de 36 años, David Nofuentes Sarmiento, y provocó el aborto de su pareja. Tampoco el acusado de provocar el trágico siniestro las generó en su contradictoria declaración ayer ante el juez, quien valoró el intento del inculpado de engañar a los agentes tras el siniestro asegurando que no era él quien conducía el Ford Fiesta.
G.D.S.S, nacido al sur de Salvador de Bahía, Brasil, hace 22 años, ingresó a primera hora de la tarde en la prisión de Menorca acusado de seis delitos: homicidio (imprudente o doloso, aún está por determinar), aborto imprudente, conducción sin carné, conducción temeraria con manifiesto desprecio por la vida de los demás, lo que se conoce como conducción suicida, conducción bajo los efectos del alcohol y las drogas, y lesiones, por las que sufre la pareja del fallecido.
Cárcel provisional, comunicada y sin fianza, fue el auto dictado por el juez del Juzgado número 3 de Maó, Daniel García del Mar, a propuesta del fiscal, Andrés Barragán, a la que se sumó el abogado de la familia de las víctimas, Miguel Ángel Ordinas, este último, acusación particular, como consecuencia de unos hechos que sustentan las evidencias y las declaraciones concluyentes de los testigos.
Relativamente tranquilo, cabeza gacha y con un semblante frío, el joven acusado, aún con la bata del hospital con la que había salido esposado del ‘Mateu Orfila' el domingo por la tarde, llegó ayer a los juzgados de Maó a las 12.35, en una comitiva de la Benemérita integrada por tres vehículos.
Ante la Guardia Civil que le detuvo en el hospital horas después del accidente por orden del juez, insinuó que se había dormido. Lo cierto es que los análisis han revelado que había consumido cocaína y cannabis la noche anterior, como admitió, y algo de alcohol antes del siniestro. Llegó a manifestar que había perdido la conciencia cuando subía por la ronda del puerto y que no recordaba nada de lo sucedido, y también que se había dormido cuando golpeó al Volkswagen Golf estacionado en la cuesta del Parc Rotxina minutos antes. El accidente, cuando circulaba a 130 kilómetros por hora, ocurrió más allá, en el km 2,2 de la carretera general.
El acusado quiso engañar a la Guardia Civil y la Policía Local cuando acudieron a socorrerle tras la tragedia. Se había tratado de colocar en el asiento del copiloto y les dijo que el conductor había huido, aunque más tarde admitiría que era él quien estaba al volante del vehículo que le había dejado un amigo, como otras veces. Al final de su declaración en la sede judicial pidió perdón a la familia y mostró arrepentimiento.
Trámite de expulsión
En su historial delictivo constan dos detenciones por violencia de género, además de varios quebrantamientos de condena por no cumplir la orden de alejamiento y otras tantas por amenazas. El joven brasileño se encuentra en situación irregular en España al carecer de permiso de residencia de ahí que pesara sobre él el trámite de expulsión del país. Al parecer solo reside en Menorca desde hace dos años.
Dado que carece de arraigo, no tiene trabajo y vive en un piso compartido en Ciutadella, lo que da pie al riesgo de fuga, el juez decretó el auto de prisión provisional, sustentado además porque la pena mínima por el concurso de delitos que se le imputan sería se 3,5 a 5 años de cárcel.
«Usted debe reflexionar por lo que ha hecho, y pase lo que pase podrá hacerlo, pero quienes no podrán reflexionar ni salir de esta situación nunca son las víctimas de este accidente, piense sobre ello», le dijo el juez García del Mar instantes antes de enviarle a la cárcel.