El velero encallado contra las rocas próximas a la playa de Binibèquer fue retirado del lugar a primera hora de la tarde de ayer. Fue declarado siniestro total y remolcado al puerto de Maó, donde será desballestado por Pedro's Boat Centre.
El barco pudo ser reflotado por la mañana aprovechando la mejora de las condiciones meteorológicas. El viento había rolado a norte y la intensidad había bajado, circunstancias que facilitaron la tarea de los buzos, quienes trabajaron en asegurar la embarcación desde el día anterior, poco después de haberse producido el naufragio.
Al desprenderlo de las rocas se comprobó mejor el alcance de los desperfectos que había sufrido y se tomó la decisión de acabar definitivamente con la singladura del barco turístico, que a lo largo del verano ha realizado numerosas excursiones.
En la primera inspección del perito, realizada el mismo día del accidente, ya advirtió el mal estado en el que había quedado y que difícilmente podría continuar navegando. El casco presentaba un gran boquete y adelantó la conclusión de siniestro total.
Naufragio
El accidente se había producido entre las seis y las siete de la mañana del jueves como consecuencia de un vendaval de levante que azotó el sudeste de la Isla. El fuerte oleaje rompió los amarres de las dos boyas más próximas a la playa y arrojó sendas embarcaciones a la costa.
El velero salió peor parado al ir contra las rocas. Otra lancha, también de excursiones quedó varada en la arena de la playa.
Justo un mes antes, otra embarcación también naufragó en esta misma zona, en Cala Torret.