El robo frustrado de los cajeros automáticos en un supermercado de Ciutadella y en la urbanización de Serpentona acabó con una huida a la desesperada de los ladrones para no ser interceptados por la policía. Evitaron las principales vías recorriendo unos 20 kilómetros por caminos rurales y derribando cuantas barreras encontraron a su paso, con el camión que habían sustraído horas antes.
La madrugada del lunes no acabó para los ladrones tal y como habían planeado. Tras haber robado un camión de transporte de materiales de construcción en las instalaciones de J. Taltavull, en Ciutadella, y después del intento fallido de hacerse con dos cajeros automáticos, los cacos sabían que serían blanco fácil en las principales carreteras. Es así que iniciaron su huida desde Serpentona, por el Passeig des Riu, adentrándose en zona boscosa, hasta Son Mestres.
Ahí arrasaron con un cerramiento y continuaron hasta enlazar con el Camí de Santa Anna y, después, por el de Macarella, atravesando el aparcamiento, arrancando primero una barrera de acebuche y después otra metálica, siguiendo por una encrucijada de caminos hasta dar con el Camí Vell. Desde ahí, se dirigieron al punto de partida, las instalaciones de la empresa de construcción, donde abandonaron el vehículo.
Estas son las conclusiones que se sacan al comprobar el estado en que quedaron los accesos a distintos caminos, en los cuales, algunos testigos vieron pasar un camión de grandes dimensiones durante la madrugada.