La variedad de residuos que contenía la nave semiabierta de la empresa J. Taltavull S.L. incendiada el lunes tenía como destino final la planta de Milà, informaron fuentes de la propia sociedad. Se trataba de residuos de todo tipo, como constataron los bomberos, desde colchones, hasta muebles, maderas y plásticos.
«Todos los teníamos que triturar para trasladarlos posteriormente a la planta de Milà», señalaron las mismas fuentes. Parte de los residuos han quedado fuera de la nave tras las tareas llevadas a cabo por los bomberos y operarios de la misma empresa al fin de evitar el fuego pudiera rebrotar.
El incendio se declaró sobre las 14 horas. «Nos habíamos marchado a la 1 y a las 2 nos llamaron para decirnos que aquello estaba en llamas», indican. Fue un oficinista, el único que quedaba en esos momentos, quien advirtió el fuego, pero cuando llegaron tanto los propietarios como los bomberos las llamas ya eran incontrolables.
Aunque el incendio se dio por controlado unas dos horas después, no quedó definitivamente extinguido hasta las 11 de la noche. Los bomberos hicieron varias pasadas durante la madrugada para refrescar el espacio, la última de ellas a las 6.30 de la mañana.