Un hombre español de 37 años de edad ingresó el jueves en prisión por arremeter contra su expareja y el novio de esta en la calle des Forn, de Maó, el pasado sábado, siendo reincidente. En la posterior denuncia por la agresión la mujer informó a la Policía que el individuo tenía dos armas cortas, un revolver y una pistola, ocultas junto a un vertedero en las afueras de Maó y envueltas en una bolsa de plástico al lado de una paret seca.
La Policía Nacional comprobó la existencia de ambas armas aunque él negó que fueran suyas. En su domicilio los agentes hallaron dos cajas de munición.
Como consecuencia ha quedado acusado por un delito de maltrato a su expareja, de 34 años, otro de lesiones al acompañante de esta, y también por tenencia ilícita de armas.
Los hechos ocurrieron cuando, al parecer el hombre se encontró con sus víctimas que circulaban en moto pero se había detenido ante una señal. Fue entonces cuando empezó a agredirles a ambos. Llegó a destrozar los cascos que portaban y ocasionó una fisura en la nariz y una fuerte contusión en la muñeca a la mujer y otros golpes al hombre que la acompañaba.
Pese a huir del lugar de la agresión, varios testigos le identificaron y la Policía le detuvo el martes gracias al dispositivo montado por los lugares que frecuenta el presunto agresor.
El jueves prestó declaración ante el juez del Juzgado 1 de Maó, Daniel García del Mar, quien decretó su ingresó en prisión por maltratro y lesiones, con orden preventiva de alejamiento en el caso de que prospere el recurso de su abogado para que salga de la cárcel.
Un facineroso maleante y reincidente, agresor y violento, con varias armas de fuego encontradas en su domicilio. La policía cumple con su labor, le detiene y le presenta ante el juez. Resultado: que nadie dude que ese individuo en estos momentos ya estará en libertad y celebrará tranquilamente y tan a gusto la Nochebuena, la Navidad y la Nochevieja. Todo ello gracias a nuestros legisladores, tan progres y buenistas ellos, y también gracias a la blandez de nuestro estupendo sistema judicial, tan garantista que otorga muchos más derechos y beneficios al delincuente que a sus víctimas. A ver si os acordáis de todas estas cosas y lo pensáis bien cuando toque volver a votar.