La rápida intervención de los bomberos, la Policía Local y la Policía Nacional fueron determinantes para evitar las peores consecuencias del incendio que se produjo la pasada madrugada en un domicilio de Ciutadella. La mujer afectada, de 53 años y nacionalidad española, fue hallada en su cama, inconsciente en medio de una intensa humareda, y fue evacuada al Hospital Mateu Orfila por intoxicación grave. Aun así, la previsión era que este mismo miércoles mismo pudiera ser dada de alta, tras su evolución favorable y permanecer en observación durante 24 horas.
Eran las 4.45 horas de este martes cuando el 112 recibió la llamada de la mujer, alertando sobre un incendio producido en el comedor de su vivienda, situada en el número 9 del Carrer Madrid. Lo hizo desde su habitación, donde se había encerrado huyendo del humo que invadía la casa. Así se especificaba en el parte emitido escasas horas después por el 061, donde informaba que, además, fueron asistidas otras dos personas, una mujer joven con crisis de ansiedad, y un agente de la Policía Nacional por intoxicación leve.
Tras la llamada se activaron dos dotaciones del Parc de Bombers de Ciutadella, cinco policías locales y tres más del Cuerpo Nacional de Policía, además de una unidad de Soporte Vital Avanzado del 061.
Una vecina del mismo bloque donde se originó el fuego abrió el portal de la calle y bomberos y agentes pudieron llegar al primer piso y derribar la puerta para acceder al domicilio. El fuego se extendía rápido por el comedor y un intenso humo ocupaba las distintas dependencias de la vivienda. Fue así que hallaron a la mujer, en su cama y carente de consciencia, cuando procedieron a evacuarla. Ya en la calle, los sanitarios lograron despertarla y posteriormente efectuaron el traslado hasta el hospital.
Sobre el siniestro, los bomberos no pudieron especificar este martes sus causas, aunque sí saben que las llamas empezaron cerca de un punto de enchufes, próximo a la galería.
Vecinos desalojados
Simultáneamente, los vecinos del bloque afectado fueron desalojados de sus domicilios. Se trata de una comunidad de tres plantas, con tres viviendas en cada una, aunque en algunas de ellas sus ocupantes se encontraban fuera.
Todos fueron conducidos a la calle, empezando por la vecina del segundo piso, justo encima del inmueble afectado. Ella fue la última en poder regresar a su casa, sobre las 6.30 horas, una vez ventilada y habiéndose cerciorado de que estaba todo en orden. El resto del vecindario volvió un poco antes, tras las oportunas comprobaciones.
El apunte
«Fue un susto muy grande, pero es algo que le puede pasar a cualquiera»
Los vecinos sufrieron un sobresalto de madrugada cuando los servicios de emergencia les apresuraron a abandonar sus domicilios. Todos ellos destacan la rapidez de actuación para ponerlos a todos a salvo. «Nos pusieron mantas térmicas, porque hacía frío», apuntaba, horas más tarde, el joven Julián Romeo Rodríguez. «Fue un susto muy grande, pero es algo que le puede suceder a cualquiera», añadía su madre, Isabel Vallet, que vive en la tercera planta.
«Nosotros no nos habíamos percatado de nada, y eso que estamos puerta con puerta con la vecina afectada», narraba Teodoro Camps, quien recordaba como «tuvieron que tirar la puerta abajo para poder entrar en la casa». Y es que fue «todo muy rápido, bajamos a la calle con el pijama y la bata» hasta que, al cabo de un par de horas, pudieron regresar a sus domicilios. «Por suerte, no ha entrado humo en nuestra casa», expresaba Camps, ante la maltrecha puerta de su vecina.
Justo en el piso de arriba del que fue azotado por las llamas reside Catalina Guasch. En su caso, «ya estaba despierta, porque llevo años cuidando a personas mayores y madrugo mucho». Fue desde su cocina que pudo hacer «gestos» a la policía que estaba ya en la calle, instantes antes de que subieran para evacuarla. «Entró algo de humo en casa y fui la última en poder volver, hasta que airearon el piso», apuntaba, a la vez que deseaba la pronta recuperación de su vecina, quien apenas lleva unos meses residiendo en este domicilio.