Un joven de 28 años de edad ha resultado absuelto del delito de abuso sexual que pesaba sobre él, tras haber sido denunciado por la chica horas después del encuentro que habían mantenido ambos en el coche de él en la madrugada del 18 de octubre de 2020, al otro lado del puerto de Maó.
El juicio celebrado en la sección primera de la Audiencia Provincial el pasado 30 de mayo no reveló las pruebas suficientes para asegurar la culpabilidad del joven en las relaciones sexuales que mantuvieron, ni que él se hubiese aprovechado del estado en que se hallaba ella al haber consumido varias cervezas y chupitos en las horas previas cuando ambos habían intimado al coincidir sus grupos de amigos y amigas.
El fiscal pedía 6 años de prisión por abuso sexual y la acusación particular, siete, por agresión sexual, aunque en las conclusiones penales cambió la tipificación de agresión también por abuso.
La joven, que entonces tenía 19 años, declaró en el juicio que no recordaba nada de lo sucedido desde que se marchó con el joven cuando ambos estaban con sus amigos en un bar del puerto, hasta que apareció un par de horas después cerca de la colársega, vestida con una sudadera del joven acusado, quien además dejó su ropa en la acera ya que dijo que ella no quiso que la acompañara a su casa en el coche tras el encuentro.
Los testimonios coinciden en que la joven se marchó voluntariamente del lugar con el hombre, ambos cogidos de la mano, y que aunque se hallaba influenciada por el alcohol consumido, no se puede asegurar que las relaciones que tuvieron posteriormente fueran violentas o con intimidación, como defendió el abogado del inculpado, Carlos Salgado. Por los testimonios de los amigos de él y las de ella, tampoco ha quedado acreditado que en el encuentro sexual la joven tuviera sus facultades anuladas o severamente afectadas en su capacidad de decisión y control de su comportamiento ni que el acusado se aprovechara de su estado para ese encuentro con ella.
El apunte
Actitud reprochable del joven al permitir que ella se fuera en malas condiciones
El tribunal, pese a absolver al joven, considera que tuvo una actitud «moralmente reprochable» al permitir que la chica se bajara del coche y se marchara vestida solo con una sudadera de él y con los botines. Él declaró que no supo reaccionar en aquel momento cuando ella se negó a que la acompañara hasta su casa, y que se quedó en estado de shock, «lo que no le impidió dejar tirada la ropa de la joven en la vía pública cuando esta abandonó el coche al llegar a la zona del bar Paput, que fue quizás el momento en el que más acusó la afectación alcohólica, indica la sentencia. Subió por la cuesta de Sant Francesc y fue donde se cruzó con una amiga que la vio en mal estado y acabó dando aviso a su hermana a la altura de la plaza Esplanada.