Reponer el tramo de la balaustrada de la Costa de ses Voltes de Maó, derribado por un vehículo en la madrugada del pasado día 4, tendrá un coste de unos 35.000 euros, impuestos incluidos. Los técnicos municipales han efectuado la valoración del destrozo provocado por el coche que llegó a quedar suspendido parcialmente en el vacío tras chocar contra ese tramo de la barandilla.
No hay plazos todavía para la realización de esta obra que va a suponer tener que sustituir 60 elementos destruidos por el automóvil Dacia Sandero aquella noche, además de completar al menos otros 20 que perdieron su parte superior. La zona permanece vallada desde entonces y están inutilizadas todas las plazas de aparcamiento que comprendía ese tramo.
Aunque la teniente de alcaldía de Urbanismo y Ciudad, Dolors Antonio, afirmó en un primer momento que, con toda seguridad, sería el seguro del conductor del vehículo quien debería sufragar todos los gastos de la reparación, fuentes municipales precisaron este miércoles que será el juez quien lo determine cuando se celebre la vista oral por el delito contra la seguridad vial.
El conductor, español de 55 años, arrojó una tasa de 0,91 miligramos de alcohol por litro de aire espirado lo que explicaría que perdiera el control del coche.
Una vez evaluados los daños y el coste de la reparación, el Ayuntamiento debe disponer el expediente de contratación como paso previo para la concesión de la obra. El Consistorio dispone de varias balaustradas en stock que quedaron de la última reforma, pero en ningún caso son suficientes para arreglar el estropicio. También informó tras el accidente que una empresa local conserva el molde parar confeccionar los elementos derruidos.
Solo unos metros más arriba de la zona del accidente hay otro tramo largo doblemente vallado debido al desprendimiento de una roca hace dos semanas, que está pendiente del informe técnico, por lo que la Costa de ses Voltes ofrece un aspecto marcadamente irregular.